La amenaza inminente de un ciberataque financiero masivo

Publicado el: 2/12/19 7:48 PM

Si el sistema financiero digitalizado de hoy es vulnerable a los ataques, ¡también lo son sus activos!

El momento de los ataques cibernéticos no se puede predecir, la extensión del daño no se puede anticipar y el tamaño, la ubicación y la fuerza de los ciber agresores siguen siendo desconocidos.

Sin esta información, todos los sistemas digitales son patos sentados virtuales. Y esta información es prácticamente imposible de encontrar, ya que los colectivos de piratería son extremadamente móviles y adaptables, un nivel de habilidad solo comparable a sus tácticas.

Si hay alguna certeza en este escenario, es saber que las amenazas cibernéticas se multiplican perpetuamente y que los métodos de ataque están evolucionando a un ritmo acelerado.

Con cada intento frustrado, con cada contramedida de ciberseguridad desarrollada, los piratas informáticos están adaptando sus tácticas para idear formas aún más sofisticadas de robar o destruir activos digitalizados.

Las amenazas digitales definen nuestra realidad tecnológica

Hace tan solo unas semanas, el virus del ransomware, WannaCry, infectó cientos de miles de computadoras en 150 países, apuntando a instituciones en varias industrias.

Se sospecha que esta serie de ataques estuvo relacionada con Lazarus, un grupo de piratería norcoreano responsable del ataque de Sony Pictures, el ataque del banco central de Bangladesh por $ 101 millones y varios otros intentos de piratería bancaria en todo el mundo.

Eso sí, este es solo uno de los varios grupos de piratería extremadamente amorfos y extremadamente sofisticados cuyos logros significan un juego final de proporciones catastróficas para sus víctimas.

También puede recordar el ataque DDoS cruelmente astuto en 2016, donde un virus tomó 180,000 direcciones IP, todas las cuales pertenecían a estadounidenses comunes, y las convirtió en contra de las principales compañías estadounidenses.

Pero lo que muchos no escuchan son los ataques insidiosos que tienen lugar a diario. En 2013, hace cuatro años, el Pentágono reportó 10 millones de ataques por día; el Reino Unido reportó 120.000 incidentes por día; el estado de Michigan reportó un número similar; Utah se enfrentó a 20 millones de intentos diarios, una cifra que es superior a solo 1 millón (diario) en 2011.

Tenga en cuenta que estas cifras se registraron en 2013. Los ataques cibernéticos no aumentan de forma incremental. ¡Aumentan exponencialmente!

Y cada intento frustrado es una oportunidad para que los piratas informáticos vuelvan a evaluar y afinar sus tácticas nefastas. La indicación es clara: las amenazas cibernéticas no son la excepción, son la norma.

El mayor ataque cibernético que está por venir

La semana pasada, en una conferencia de ciberseguridad en La Haya, el jefe de espías holandés Rob Bertholee advirtió que el mundo estaba al borde del “sabotaje digital grave” que podría causar “caos y desorden” en todo el mundo.

Junto con el sabotaje de las principales instituciones y la infraestructura digitalmente dependiente, declaró: “Imagine lo que sucedería si todo el sistema bancario fuera saboteado por un día, dos días, por una semana”.

¿Qué pasaría si las instituciones financieras fueran saboteadas? ¿Qué activos estarían en riesgo? Parece que casi todas las formas de activos digitalizados estarían en riesgo: efectivo, tenencias digitalizadas de metales preciosos, criptomonedas, etc.

Más importante aún, ¿qué activos serían inmunes a un ataque digital?

Es inconcebible que un ciberataque afecte las existencias de oro y plata físicos no digitalizados. Esta es otra razón, una que solo podría haber sido concebida en el siglo XXI, que el oro y la plata físicos se consideran “refugios seguros”.

¿Alza robusta o desventaja ilimitada? En última instancia, es tu elección.

Si decides seguir con el sistema de banca digital, está apostando a que sus activos estarán a salvo de un ataque cibernético, pero si está equivocado, la desventaja es potencialmente ilimitada. No hay razón para creer que no lo perderá todo (ni se acercará).

Pero si tiene oro y plata no digitalizados, sus activos no serían vulnerables. El oro y la plata nunca pueden llegar a cero, a diferencia de los activos en papel o digitales. Su valor intrínseco, como dinero sólido, se mantendrá estable.

¿Y deberíamos experimentar un armageddon real o digital, en el que las monedas ya no sean confiables, qué constituirá el dinero?

¿Cuál es la apuesta más segura? ¿Una ventaja sólida o una desventaja potencialmente ilimitada? Esta es una elección que tendrá que hacer.

Pero elige sabiamente.

Si llega ese día temido, es posible que nunca tenga la oportunidad de tomar esta decisión nuevamente.

Este artículo apareció originalmente en inglés en Gsiexchange.