Todos los ojos del mercado están puestos en la publicación este martes del IPC de enero en EEUU, a la espera de que se confirme la continuidad del proceso deflacionista. El consenso prevé que el IPC general y el subyacente se desaceleren hasta el 2,9% (desde el 3,4%) y el 3,7% (desde el 3,9%), respectivamente. Pero es conveniente estar pendiente de los detalles.
Ronald Temple, estratega jefe de mercados de Lazard, recuerda que la demanda de bienes y las presiones sobre la cadena de suministro se han normalizado desde la pandemia (a pesar de los problemas del Mar Rojo), por lo que los precios de los bienes básicos (en torno al 26% del IPC básico) se encuentran ahora en deflación, y espera que esta tendencia se mantenga en 2024 gracias a la caída de los precios de los automóviles.
Apunta, por otro lado, a que la inflación de la vivienda (44% del IPC subyacente) se ha desacelerado, pero sigue siendo elevada (alrededor del 6% interanual). Reconoce, de hecho, que la desinflación de la vivienda ha progresado más lentamente de lo que preveía. Y en tercer lugar, la inflación de los servicios (excluidos la vivienda y la energía), que supone en torno al 30% del IPC subyacente, se ha estabilizado alrededor del 4% durante varios meses, añade.
Para Temple, las claves a vigilar en 2024 son los precios de la vivienda y los servicios, que siguen subiendo entre 40 y 50 puntos básicos cada mes.
“Es probable que la inflación de la vivienda se desacelere sustancialmente en 2024. Esta opinión se basa en el Índice de Alquileres Observados de Zillow, que muestra que la inflación se ha ralentizado del 16% a principios de 2022 a sólo el 3% hasta la segunda mitad de 2023. No puedo precisar el momento en que los datos del IPC reflejarán esta desaceleración, pero suponiendo que la relación histórica entre estas series de datos se mantenga intacta, en última instancia deberíamos ver una ralentización de la inflación en el sector de la vivienda”, comenta.
En cuanto a los servicios, las perspectivas deberían verse más afectadas teóricamente por los mercados laborales y el crecimiento de los salarios, pero hay que tener en cuenta que los seguros de automóviles han impulsado una parte significativa de la inflación de los servicios en los últimos meses a pesar de su peso relativamente pequeño, de sólo el 3,6% del IPC subyacente, explica.
“De cara al futuro, espero que la disminución de la presión salarial reduzca la inflación de los servicios y que las tarifas de los seguros de automóviles reflejen gradualmente la caída de los precios de los automóviles”, dice.
Otros datos en el foco
En relación al IPC del primer mes del año en Reino Unido, que se conocerá el miércoles, Temple refiere previsiones que apuntan a una inflación general del – 0,1% intermensual y el 4,3% interanual, frente a los resultados de diciembre del 0,4% y el 4,0%, respectivamente.
Si se cumplen las estimaciones, el PIB del país en el 4º trimestre de 2023, que se hará público al día siguiente, se habrá mantenido estable en términos intertrimestrales (-0,1% en el tercer trimestre) y habrá crecido un 0,2% interanual, una décima menos que en el trimestre anterior. Entre julio y septiembre, el consumo privado, la inversión empresarial y la formación de capital fijo fueron todos negativos, siendo el gasto público el único que contribuyó positivamente de forma secuencial, subraya el estratega.
También el jueves se difundirá el PIB preliminar japonés del último trimestre de 2023, del que se espera que muestre un crecimiento secuencial del 0,3% (desestacionalizado), con un consumo privado plano y una contribución de los inventarios, con un gasto empresarial del 0,2% intertrimestral y una contribución de las exportaciones netas del 0,3%.
Referencias de la semana pasada
Entre las referencias que se publicaron la semana pasada, Temple destaca: el IPC chino, que se mantuvo en deflación por cuarto mes consecutivo, con una caída interanual de los precios del 0,8% frente al -0,5% de consenso y el -0,3% de diciembre; el índice Caixin China Services PMI, que se situó en 52,7, por debajo de las expectativas (53,0) y del mes anterior (52,9); los datos de los PMI de Italia y España, que mejoraron con respecto al mes anterior y se situaron en terreno expansivo; y el Senior Loan Officer Opinion Survey on Bank Lending Practices (SLOOS).
Este informe indicó que los bancos estadounidenses siguen endureciendo las normas de suscripción de créditos y las condiciones de la mayoría de los préstamos a empresas y hogares. La demanda de préstamos también disminuyó de forma generalizada. El porcentaje neto de bancos que endurecieron el crédito cayó, “lo que sugiere que podríamos estar llegando al final del ciclo de endurecimiento”, concluye.
Este texto fue realizado en su totalidad por Ronald Temple de Lazard.
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