El momento de incertidumbre y dificultad para las bolsas se confirmó también ayer, especialmente en la tarde europea.
Después de una mañana marcada por un tímido repunte de las bolsas de la eurozona, impulsado por la banca y los índices de Italia y España, la débil apertura en Wall Street también ensombreció el ánimo europeo y obligó a cerrar con los valores sin cambios respecto a la anterior día el índice Eurostoxx50.
El Dax alemán es la oveja negra (-0,4%), mientras que tanto el Ftsemib italiano como el Ibex español están alrededor de medio punto porcentual por encima.
Los índices estadounidenses, sin embargo, continuaron cayendo durante la primera mitad de la sesión y muy por debajo de los principales soportes. SP500 rompió 4.430 y se hundió a 4.416, con una limpieza significativa del stop loss presente por debajo de 4.430. En ese momento, mientras el miedo a una pifia empezaba a rondar, las manos santas que aparecen en los momentos clave entraron en acción y empezaron a comprar. El índice se recuperó así, recuperando casi todas las pérdidas, para limitar el déficit diario a sólo el -0,22% al final (mismo resultado también para el Nasdaq100).
El SP500 ha dibujado así en el gráfico diario un «pico» de posible agotamiento temporal de la caída, lo que nos permite esperar el «momento FED» de esta tarde de forma un poco más relajada.
Una vez pasado el miedo, todo parece haberse pospuesto hasta esta tarde, cuando a las 20 horas llegará la decisión sobre los tipos de interés de la FED, el comunicado oficial y los detalles de las proyecciones económicas de los distintos banqueros que participaron en la reunión del FOMC. . A las 20.30 horas, Powell pondrá el sello de sus palabras a la decisión de la FED en la rueda de prensa.
Todo el mundo espera que los tipos se mantengan sin cambios, pero hay anticipación sobre lo que dirá (o no dirá, o dirá de forma confusa) el presidente de la FED, Powell, sobre las intenciones futuras de los banqueros centrales estadounidenses. En particular, se examinarán con lupa todos los matices ocultos, verbales o no verbales, del presidente de la Reserva Federal, para saber si a finales de año tendremos o no otro aumento de los tipos oficiales.
En el primer caso es posible que la corrección se prolongue en el tiempo y resulte gravosa. En el segundo caso, el mercado podría estrangular la corrección actual y apresurarse a celebrar el giro acomodaticio de la política monetaria estadounidense con un repunte temprano sustancial.
Independientemente de lo que determine Powell, podemos trazar un mapa desde el punto de vista de las olas. Las dos primeras ondas completadas hasta ahora por la corrección de finales de verano son claramente visibles en el gráfico del SP500: la onda bajista A, de 27,7 a 18,8; la onda B alcista, de 18,8 a 1,9. Desde entonces se ha producido la última onda C bajista, que normalmente se desarrolla en 5 movimientos. Ya hemos vivido la onda 1 de C, bajista, del 1 al 7 de septiembre, y la onda 2 de C, correctiva, por tanto alcista, del 7 al 14 de septiembre. Ahora parece estar teniendo lugar la onda 3 de C, que debería ser impulsiva y bajista, y debería tener un objetivo alrededor de la zona de 4.350. En ese caso todavía faltarían el cuarto (rebote) y el quinto movimiento, todavía bajistas. Esto último debería llevar al mínimo final alrededor de 4.200.
Creo que este escenario es, hasta que se demuestre lo contrario, el más probable. Sin embargo, podemos identificar esta evidencia contraria, que podría arruinar este mapa: la superación del máximo de 4.512 el 14 de septiembre. En este caso habría que rehacer los cálculos.
Obviamente lo que diga o haga la FED afectará este escenario. Puede favorecer su implementación, pero tal vez induzca al mercado a realizar cambios radicales de idea que la invaliden.
Pase lo que pase, hay que seguir al mercado, porque siempre tiene la razón, incluso cuando cambia de opinión.
Pierluigi Gerbino – Estratega del Instituto Español de la Bolsa
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