Los mercados financieros nos están mostrando su deseo de repunte, contra toda lógica macroeconómica y contra la prudencia que debería derivar de los temores a las quiebras bancarias que se produjeron a principios de marzo.
El final del mes provocó que las manos fuertes forzaran un rebote más allá de las resistencias y generaran señales de reversión que los temerosos de la crisis bancaria se vieron obligados a seguir, cerrando coberturas o posiciones cortas.
El «short squeeze» resultante alimentó aún más el impulso alcista que ahora apunta expresamente a que los principales índices europeos cierren el mes a poca distancia de los máximos del año, mientras que el SP500 está cerca del máximo del mes y el tecnológico Nasdaq100 incluso anotó ayer su nuevo récord de 2023.
El hecho de que esta semana solo haya habido sesiones positivas y que, entre el miércoles y ayer, varios índices hayan comenzado a correr con huecos alcistas entre una sesión y la siguiente, dice mucho sobre el frenesí alcista que parece haber vuelto a contagiar a las bolsas.
Se sabe que lo ocurrido con los bancos provocará nuevas restricciones supervisoras (ya lo anunció ayer Yellen) y el aumento de los costes de financiación, así como, evidentemente, crunches crediticios a los que se verán obligados los bancos para no prestarles dinero. los zombis Pero los mercados no piensan en las consecuencias recesivas que todo esto podría traer, además de los tipos de interés oficiales, que ya están penalizando a los inmuebles y al poder adquisitivo de los consumidores, como se desprende de los datos de estos días.
Los mercados, y las manos fuertes que los guían, prefieren pensar en el corto plazo y apuestan a que la FED frene las subidas de tipos, sobre todo si continúan las primeras señales de descenso de la inflación, que se vieron ayer en Europa, con muy datos preliminares de Alemania y España. Y que los bancos centrales pronto volverán a abrir los grifos de liquidez y bajarán los tipos.
Así que aprovecharon la oportunidad de “todo bien. por ahora en los bancos”, apresuradamente comunicado por las autoridades americanas y europeas, para limar el problema y desatar hacia arriba, para cerrar parejo, o casi, un mes que en la primera mitad parecía decididamente negro.
Abril es un mes más y veremos si las manos fuertes quieren exagerar las extensiones optimistas sobre el impulso ganado esta semana.
Da mucho asco, porque ayer recordé que también vimos algo similar en 2007, justo antes de la peor crisis financiera de este milenio. Pero, como siempre repito en los cursos para los que se acercan al trading, los mercados siempre aciertan, aunque se equivoquen, por la sencilla razón de que ellos fijan los precios y yo no soy nadie para juzgarlos. Cuando se equivocan, siempre pueden cambiar de opinión. Y lo hacen.
Por lo tanto, es recomendable seguirlos cuando toman una dirección con fuerza y bajar del caballo cuando se detiene frente a un obstáculo y retrocede.
Pierluigi Gerbino – Estratega del Instituto Español de la Bolsa