La primera semana de mayo parece querer dar una patada en las canillas a las bolsas, que en abril, al entrar en contacto con respetables zonas de resistencia (los máximos de 2021 para Euostoxx50 y los de principios de febrero de este año para SP500) han desafiado la las políticas monetarias restrictivas de los bancos centrales, la inflación que no tiene muchas ganas de bajar y la crisis de los bancos regionales americanos.
Sin embargo, el cambio de mes trajo un soplo de realismo con hasta 4 sesiones negativas consecutivas para los índices estadounidenses SP500 y Nasdaq100, mientras que los índices europeos, resumidos por Eurostoxx50, solo tuvieron dos sesiones negativas, también porque el 1 de mayo en Europa la bolsa los intercambios permanecieron cerrados. Sin embargo, la caída también fue significativa en Europa.
Las razones de la negatividad que dominó la jornada de ayer también hay que buscarlas, para las bolsas europeas, sobre todo en el comportamiento del BCE, donde los halcones alemanes y frugales del Consejo de Gobierno, en la reunión de ayer no lograron convencer a la mayoría para plantear tipos por encima de los 25 puntos básicos esperados por los mercados, pero que en todo caso han obtenido la continuación del marco agresivo de la política monetaria del BCE también en los próximos meses, que verán la continuación de las subidas. Lagarde se mostró lapidaria en la rueda de prensa: «No vamos a hacer pausas, lo tiene muy claro». Se refería al comunicado oficial, donde está claramente escrito: “Futuras decisiones del Consejo de Gobierno asegurarán que las tasas de política monetaria se endurezcan lo suficiente para lograr un regreso oportuno de la inflación al objetivo de mediano plazo del 2% y mantenerse en esos niveles durante el tiempo que sea necesario”. Además, los halcones también obtuvieron el adelanto en julio de la interrupción de las reinversiones de los títulos adquiridos con el programa ordinario de Quantitative Easing cuando venzan. Esta medida supondrá una fuga de liquidez adicional de 25.000 millones de euros cada mes.
Así, el BCE, si no se atrevió a subir tipos más que la FED el día anterior, reiteró la necesidad de compensar el retraso acumulado por las excesivas vacilaciones pasadas y reducir el amplio diferencial entre tipos europeos y americanos.
Esto ciertamente no agradó a los mercados europeos, también porque se sumó a las noticias que llegaban de los bancos regionales estadounidenses, donde ayer otros bancos más pequeños colapsaron en Wall Street, con pérdidas vertiginosas: sobre todo el ya mencionado ayer PacWest Bancorp (-50 %) y Western Alliance (-38 %), pero también Zions y Comerica (ambos -12 %).
Sería risible, si no es que llorar, notar que el pánico que se ha apoderado de los bancos regionales se produce el día después de las palabras tranquilizadoras de Powell sobre la fortaleza y la resistencia del sector bancario estadounidense. SPDR S&P Regional Banking ETF, que cotiza en EE. UU., resumió ayer con una pérdida de -5,45 % y un gran aumento en los volúmenes de operaciones, lo tranquilizadoras que sonaron las palabras de Powell. Y ojo que la caída de ayer lleva la pérdida acumulada por este ETF en las 4 sesiones de esta semana al -15,2% y la acumulada desde el 1 de marzo a superar el -41%.
Con estos claros de luna, los inversores europeos ya pueden estar contentos de que el Eurostoxx50 haya conseguido contener las pérdidas del día hasta un tolerable -0,54% y sobre todo repuntar desde la media móvil de 50 sesiones, probada a primera hora de la tarde. Este rebote prepara una posible extensión de la recuperación en la sesión de hoy, para contener al menos parcialmente el saldo negativo de la corta pero dolorosa semana.
En los EE.UU. también ayer SP500 fue derribado por la huida de riesgo. Se sumergió para volver a probar el mínimo del 26 de abril y lo mantuvo, rebotando ligeramente. Incluso ayer, sin embargo, con un rendimiento negativo del -0,72 %, lo hizo peor que el Eurostoxx50, pero también su hermano menor, el Nasdaq100, que perdió «solo» un -0,37 %. La tecnología limitó el daño esta semana gracias a unos resultados trimestrales que casi siempre fueron mejores de lo esperado. La de Apple no es una excepción, que tras la campana superó las previsiones de los analistas, y hoy, con una sesión que la premercado anuncia como positiva, podría traer cierto alivio a todas las listas de precios, dado también su considerable peso en el Nasdaq100 y en el SP500.
Por lo tanto, la semana podría terminar, si no con una sonrisa, al menos con un poco de alivio y el índice SP500 quizás podría proporcionar una señal de reversión alcista (doble fondo) si logra no romper el mínimo de ayer.
Eso ya sería mucha grasa.
Pierluigi Gerbino – Estratega del Instituto Español de la Bolsa