La sesión empezó bastante bien para los mercados europeos, que ignoraron la pesadez de los mercados chinos, a los que definir como inactivos es hacerles un gran elogio.
Los mercados de la eurozona se animaron con los datos preliminares sobre la inflación alemana de noviembre, anunciados oficialmente a las 14 horas, pero ya anticipados por la mañana por el buen comportamiento de los precios de algunos Länder alemanes.
Los datos oficiales y generales están muy por debajo de los de octubre y de las estimaciones de los analistas y sugieren que los datos de hoy relativos a toda la eurozona podrían seguir un destino similar.
Así, el mercado de bonos sufrió inmediatamente una nueva y significativa reducción de la rentabilidad, mientras que el índice bursátil alemán Dax se disparó, arrastrando al resto de Europa hacia arriba, incluida la mayor parte del índice italiano, después de algunas sesiones aburridas.
Por la tarde, a las 14.30 horas, llegó la segunda estimación preliminar del PIB estadounidense para el tercer trimestre de 2023 y también aquí la noticia superó las expectativas de los analistas.
La ya elevada tasa de crecimiento anualizado del 4,9%, publicada en la primera estimación, ha sido revisada al 5,2%, incluso más que el 5% esperado por los analistas.
Evidentemente, a partir de estos datos la narrativa del aterrizaje suave, ya tan presente en los artículos de la prensa especializada, encontró más combustible.
Así, Wall Street, con un fuerte hueco alcista al inicio de la sesión, intentó lanzar su corazón por encima del obstáculo, como ya lo hizo varias veces en noviembre (ya se habían abierto 4 huecos alcistas este mes y hasta ahora nunca se han cerrado).
Pero el entusiasmo americano sólo duró la primera media hora. Es hora de acercarse a 20 puntos (0,5%) del máximo anual del 27 de julio.
Entonces, de repente, más de un operador debió pensar que a la FED no le debían haber gustado mucho los datos y tal vez se les habría metido en la cabeza a Powell y compañía la creencia de que una economía tan fuerte no necesita recortes en los tipos oficiales.
De hecho, tal vez tengamos que explicar nuevamente a los mercados que la FED no tiene la tarea de alimentar la especulación en Wall Street, sino de combatir la inflación.
Llegó entonces la toma de beneficios, capaz de cerrar completamente la brecha inicial y hacer caer ligeramente tanto el SP500 (-0,09%) como el Nasdaq100 (-0,14%) hasta el final de la sesión.
Evidentemente Europa no tuvo tiempo de dejarse influenciar demasiado y cerró la sesión con una excelente subida (Eurostoxx50 +0,5%, Dax alemán y Ftsemib italiano justo por encima del +1%).
Así, hemos visto un realineamiento entre Europa y Estados Unidos, y Europa ha recuperado parte de la brecha de desempeño acumulada hasta ahora.
Hoy la sesión es difícil de interpretar porque, si desde Europa han llegado señales de una continuación alcista del movimiento de noviembre, el SP500 ha dibujado una mala vela negra de fracaso de la ruptura y podría generar hoy, si la sesión vuelve a caer, un patrón de reversión bajista que finalmente inicia la corrección que esta semana aún no ha logrado comenzar.
Sólo queda presenciar el tira y afloja entre quienes creen en el aterrizaje suave y quienes temen a la FED.
Pierluigi Gerbino – Estratega del Instituto Español de la Bolsa
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