La entrada lenta en 2024 llevó a los índices bursátiles a absorber la euforia de noviembre y diciembre del año pasado y a los rendimientos de los bonos a tragarse el poco de optimismo que equivale a un recorte de tipos. Ahora los mercados de bonos para 2024 descuentan 5 recortes de la FED en lugar de los 6 que descontaban antes de Navidad y en lugar de los 3 esperados por la mediana de las proyecciones realizadas por los miembros de la FED en la reunión del pasado 13 de diciembre.
Todavía hay mucho optimismo sobre la victoria contra la inflación y el aterrizaje suave que evitará la recesión, pero menos que en los días cercanos a Navidad.
La semana comenzó en este clima y, tras dos intentos fallidos de rebote desde Wall Street el jueves y viernes pasados, ayer se produjo el tercer intento, que esta vez logró el objetivo.
Gracias al parón de las rentabilidades en EE.UU., con los bonos del Tesoro a diez años situándose en poco más del 4%, tras el máximo del 4,10% registrado el pasado viernes, y al bombardeo mediático, que ni siquiera el ambiente navideño ha amortiguado, sobre el futuro Maravillas de la inteligencia artificial, el Nasdaq100 y los demás índices americanos se aceleraron y empezaron a subir, impulsados por el sector de los semiconductores, logrando alcanzar una subida de tal magnitud que para ver índices similares hay que remontarse a la primera quincena de noviembre. . SP500 (+1,41%), Nasdaq100 (+2,11%), Russell2000 de pequeña capitalización (+1,94%) definitivamente han cambiado de dirección y velocidad en comparación con la semana pasada, cuando la tristeza correctiva dominaba la escena.
Me pareció un repunte necesario, tras las incertidumbres de la semana pasada. En los últimos días he señalado excesos bajistas y divergencias alcistas en los gráficos intradiarios horarios.
Pero el tamaño del aumento me pareció un poco excesivo. Además, ayer tampoco pudimos ver nada bajo el sol. Efectivamente, desde China sólo han llegado noticias negativas y caídas de los índices bursátiles, que impiden olvidar el terrible 2023.
Mágicamente, a Wall Street le bastó con ver cómo los rendimientos se calmaban un poco para empezar a impulsar de nuevo la narrativa sobre las maravillas de la inteligencia artificial. Por tanto, el sector de los semiconductores apuesta por impulsar el Nasdaq (ayer +4,2% para el índice DJ Semiconductor y +6,4% para Nvidia, la reina de la inteligencia artificial).
Europa se dejó llevar al repunte por Wall Street casi a regañadientes, tras una mañana incierta, y cerró con subidas en torno a medio punto porcentual y sin la euforia que crecía en EE.UU.
Hoy comprobaremos si el fuego del entusiasmo tecnológico seguirá ardiendo hasta borrar por completo la caída de la semana pasada y digerir rápidamente la corrección de principios de 2024, o si ayer asistimos a una llamarada.
Las correcciones suelen desarrollarse con el tiempo y constan de 3 ondas (dos bajistas y una alcista intermedia). Lo que se desarrolló ayer debería ser el comienzo de la segunda ola, la alcista. Por lo tanto, el mercado no debería poder superar los máximos de 2023 antes de realizar un tercer tramo bajista.
Esto es lo que espero. Pero el mercado siempre hace lo que quiere. Si esta vez quiere digerir la caída de la primera semana de enero con un giro en V, podrá hacerlo, aunque este resultado sea un poco anómalo.
Si esto sucede, nos mostrará mucha fuerza y podría expresar un primer trimestre muy explosivo, con desarrollos alcistas muy por encima del nivel 5000 del SP500.
Pierluigi Gerbino – Estratega del Instituto Español de la Bolsa
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