La rápida reducción de la euforia por las elecciones francesas, que se observó el lunes, tuvo ayer consecuencias negativas, que hicieron que los índices europeos volvieran a poner a prueba los soportes.
Hay al menos tres razones: en el frente político francés, la declaración de Marine Le Pen de que su partido intentará formar gobierno incluso sin una mayoría absoluta ha causado un gran revuelo.
Esto es nuevo, porque hasta ahora la intención declarada era entrar en el gobierno sólo si la Asamblea había alcanzado una mayoría absoluta que les permitiera implementar su programa de gobierno sin diluirse.
Si esto ya no es así, ya no existe el requisito previo para el establecimiento inmediato de un gobierno técnico sin la derecha y será necesario comprobar primero si la derecha podrá recoger algunos de los votos que faltan entre los inconformistas y los traidores del Parlamento. Asamblea. Francia, que siempre ha sido elogiada por su sistema político que garantiza la gobernabilidad, podría ahora experimentar lo que es habitual en Italia, es decir, el mercado de diputados.
El segundo motivo de dolor son los datos sobre la inflación subyacente en la eurozona, que en lugar de continuar el descenso gradual hasta el 2,8% esperado por los analistas, sorprendió en junio con un dato del 2,9%, como el de mayo. Significa que la caída de la inflación hacia el objetivo del BCE se ha detenido, y esto nunca es algo agradable para los mercados.
Por último, no nos gustaron las declaraciones muy cautelosas de los gobernadores del BCE y de la FED en el Foro de Bancos Centrales en Sintra, Portugal. Lagarde, aunque elogió la política aplicada hasta ahora por su BCE, reiteró que el trabajo sobre los precios no ha terminado y que un retorno a los tipos oficiales cercanos a cero es deseable, pero muy improbable. Powell repitió el mantra habitual, es decir, que antes de recortar los tipos, la FED querrá adquirir otros datos favorables sobre la evolución de los precios, lo que aumentará las certezas de los gobernadores de la Reserva Federal.
Así que todos los índices europeos cayeron y casi todos perdieron el rebote del lunes. Sólo Ftsemib, aunque cayendo, retuvo buena parte. Otros (Eurostoxx50, Dax, Cac, Ibex) incluso cayeron hasta casi probar los mínimos de junio. Afortunadamente, los soportes mantenidos y el comienzo tranquilo en Wall Street permitieron limitar los daños, que sin embargo pueden cuantificarse al final de la sesión en -0,5% para el Eurostoxx50, -0,7% para el Dax alemán y el Ftsemib italiano. -1,3% para el Ibex español.
Wall Street, como es habitual, no se dejó impresionar por las debilidades ajenas y, tras un inicio de sesión cauteloso y con algunas ventas tras las palabras de Powell, tras el cierre europeo volvió a despegar con determinación, yendo a hacer cosquillas en un máximo histórico con el índice tecnológico Nasdaq100 (+1,01% y cierre de la primera sesión por encima de los 20.000 puntos), mientras que el SP500 se detuvo sólo un poco más lejos de él.
La narrativa dominante es siempre la de los 7 magníficos, con Tesla a la cabeza. La compañía de Elon Musk, tras meses de olvido bajista, parece haber hecho una inyección de Nvidia y conseguido un incremento diario del +10% (+24% en las últimas 5 sesiones), infundiendo confianza a todas las demás, excepto a Nvidia, que es deshacerse de los excesos del pasado.
Si hoy fuera una sesión normal, apostaría por nuevos máximos históricos para el SP500 y el Nasdaq100, para presentarse triunfantes en el Día de la Independencia de mañana. Pero hoy es una sesión semi-festiva y a tiempo parcial (las operaciones cerrarán a las 13:00 hora local y a las 19:00 hora europea). Wall Street no volverá a abrir sus puertas hasta el viernes 5 de julio, para una sesión que probablemente contará con escasa asistencia debido a las ausencias de muchos de los que habrán aprovechado la oportunidad para disfrutar de varios días de vacaciones hasta el lunes.
Por eso me abstengo de hacer predicciones, aunque para el Nasdaq100 incluso la más mínima subida será suficiente para alcanzar un nuevo máximo histórico.
Europa tiene hoy la oportunidad de recuperar parte del terreno perdido ayer, si quiere aprovechar el dinamismo de Wall Street. Pero para los índices del viejo continente los máximos están bastante lejos, y ensombrecidos por una espesa niebla geopolítica.
Pierluigi Gerbino – Estratega del Instituto Español de la Bolsa
Las estrategias de bajo riesgo y corto plazo en el trading ofrecen múltiples beneficios para los inversores, especialmente aquellos que buscan minimizar la exposición a la volatilidad del mercado y asegurar ganancias rápidas. Estas estrategias permiten una gestión más efectiva del riesgo, ya que se enfocan en movimientos de precios a corto plazo, lo que reduce la posibilidad de pérdidas significativas. Además, al cerrar posiciones rápidamente, los traders pueden aprovechar las pequeñas fluctuaciones del mercado y acumular ganancias de manera constante. La liquidez y la flexibilidad son otras ventajas clave, ya que estas estrategias permiten a los inversores adaptar sus operaciones rápidamente en respuesta a las condiciones cambiantes del mercado, manteniendo así un control riguroso sobre su portafolio y limitando el impacto de eventos imprevistos. Conoce la estrategia que te hará ganar este verano con nosotros. INSCRÍBETE