La semana central de enero nos brindó algunos elementos de reflexión sobre los mercados bursátiles, que parecen verdaderos juicios.
El primer hecho es que la bolsa china se hunde cada vez más, lastrada por un ciclo económico que parece haber olvidado para siempre las tasas de crecimiento de la era pre-covid, y por la incapacidad del régimen para resolver la crisis del sector inmobiliario.
Además, a principios de 2024, muchas casas de inversión están reduciendo el peso de China en sus carteras y dirigiendo los flujos hacia el resucitado Japón, donde el índice Nikkei es protagonista de un resplandor alcista que parece querer volver rápidamente a máximos históricos, marcado muy lejano el 29.12.1989 a una altitud de 38.957.
Es cierto que los 36.547, en los que esta mañana cerró la primera sesión de esta semana, están todavía a más de 2.400 puntos del récord histórico, pero si pensamos que el índice japonés sólo se hizo con el top 6 para cubrir un tramo similar de camino sesiones de 2024, nos damos cuenta de lo cerca que estamos de la sensacional resurrección.
El segundo dato de la semana concluida es la lucha de Europa por mantenerse a la par del optimismo estadounidense, del que hablaré en breve, o incluso simplemente por volver a los valores de principios de año. Las tres primeras semanas de 2024, para el índice Eurostoxx50, que resume todo el mercado bursátil de la eurozona, han iniciado un movimiento que, por ahora, sigue siendo claramente correctivo, marcado por una primera semana muy negativa, una segunda de ligero rebote y una tercera, el que acaba de concluir, de nuevo bajista, con un saldo del -1,63% respecto a los valores en los que finalizó 2023.
El comportamiento bastante cansado de las bolsas europeas se vio contrarrestado por la fuga de Wall Street, que con sus dos índices más importantes, el SP500 y el Nasdaq100, logró alcanzar un máximo histórico. SP500 lo hizo el viernes y superó el récord anterior del 4 de enero de 2022. Nasdaq100 mostró una euforia igual a la que lo caracterizó varias veces el año pasado y logró ya el jueves, y mejoró aún más el viernes, su récord, superando el anterior a partir del 28 de diciembre.
Me gustaría señalar que estos récords se produjeron en presencia de datos económicos bastante sólidos sobre el mercado laboral y las ventas minoristas, que aconsejaron al sector de bonos continuar su corrección y aumentar los rendimientos, tanto en Europa como en EE.UU., mientras que las esperanzas de recortar los tipos de interés de la Reserva Federal ya en marzo están convergiendo en valores de probabilidad bastante bajos.
El año pasado, los bonos y las acciones interpretan el futuro de la misma manera y a la luz de la política monetaria. Ahora parece que las acciones estadounidenses han empezado a no preocuparse por la FED y a descontar datos económicos positivos como un empujón para aumentar los beneficios (al menos para los grandes dominadores de la tecnología), que les permitan ignorar o al menos tolerar un coste del dinero. eso sigue siendo alto en el 2024.
Por tanto, el mérito del vuelo de Wall Street hacia las estrellas hay que atribuirlo, una vez más, a los 7 Magníficos grandes nombres de la tecnología (en realidad esta vez son sólo 6, porque Tesla vive un momento de evidente desaceleración). Pero más aún para el sector de los semiconductores, que se ve inundado de compras de «histeria colectiva», porque las empresas que producen microchips son consideradas las mayores y más inmediatas beneficiarias de las colosales inversiones que las grandes empresas tecnológicas están haciendo para catapultarse al mercado. mundo mágico de la ‘inteligencia artificial’.
El escenario de la mega reunión de Davos también contribuyó significativamente a la narrativa sobre las maravillas del mundo artificial, donde ejércitos de directivos y políticos acogieron al inventor del Chat-GPT Sam Altman como a una estrella de rock.
Ante una manifestación tan clara de optimismo (o locura colectiva, da lo mismo, porque el efecto sobre precios y tendencias es el mismo) sólo nos queda inclinarnos y aplaudir.
El objetivo inmediato pasa a ser la zona de los 5.000 puntos para el índice SP500, que se alcanzará gracias al impulso de las compras de persecución, a las que muchos gestores prudentes se ven obligados a realizar tras los máximos históricos de los dos principales índices estadounidenses.
La prudencia, que alguna vez fue considerada una virtud, parece haberse convertido en una debilidad en el nuevo mundo de la velocidad supersónica.
Cuando llegue la recogida de beneficios, intentaremos evaluar otros objetivos alcistas.
Pierluigi Gerbino – Estratega del Instituto Español de la Bolsa
Una estrategia bien desarrollada en Forex incluirá un plan sólido de gestión de riesgos. Esto implica establecer límites claros para la cantidad de capital que estás dispuesto a arriesgar en cada operación, lo que ayuda a preservar tu cuenta durante períodos de pérdidas. Una estrategia proporciona un marco sólido para la toma de decisiones. Siguiendo tu estrategia, puedes evitar decisiones impulsivas basadas en emociones momentáneas, lo que es crucial en un entorno de mercado volátil. Define tus metas de beneficio y establece niveles de stop-loss para limitar las pérdidas. Conoce las estrategias que están aplicando los profesionales en Forex en este 2024. INSCRÍBETE