El comentario de Gerbino: ¿Quiero regresar?

Publicado el: 14/09/21 10:56 AM

La serie de 5 sesiones negativas consecutivas, que nos mostró el índice USA SP500, buque insignia de la renta variable global, del 3 al 10 de septiembre fue la más larga desde marzo del año pasado, aunque el camino recorrido en reversa no ha sido mucho: menos de 2% del descenso desde el máximo histórico del 2 de septiembre.

Por tanto, debemos considerar el evento como correctivo, aunque la herida que queda en el gráfico parezca un simple rasguño menor y, según las reglas un tanto simplistas que están de moda en Wall Street, este descenso ni siquiera tendría aún las connotaciones de una leve corrección, muy por debajo de los 5 puntos porcentuales.

Sin embargo, debemos estar contentos, porque el toro ha vuelto a patear desde abril del año pasado y su vitalidad ha hecho que los pocos osos sean tan tímidos que no pueden rascar demasiado la tendencia alcista.

Por tanto, debemos preguntarnos si el ligero descenso que hemos visto en las últimas sesiones es suficiente para agotar esta tímida corrección. La sesión de ayer nos dio algunas indicaciones.

Por la mañana nos mostró una justa vitalidad de la renta variable europea, que tomó la confianza de la enésima sesión positiva de Japón y China y mostró una buena recuperación, hasta subidas cercanas a un punto porcentual a la hora del almuerzo, tanto en Eurostoxx50 como en las principales Índices de Eurolandia.

Sabemos que una subida sin Wall Street debe tomarse con el beneficio del inventario. De hecho, en la apertura del mercado estadounidense, el índice SP500 se ajustó al optimismo asiático y europeo solo por unos momentos y, tras una apertura en la brecha alcista, decidió volver a los valores finales del viernes, viviendo alrededor paridad. hasta el 19.

La mala racha de Wall Street puso sal a la cola de los índices europeos, que pasaron la segunda parte de su tarde devolviendo alrededor de la mitad de lo que ganaron por la mañana, logrando aún cerrar en positivo (Eurostoxx50 + 0,46%).

A las 19:00 horas sin motivo particular, el índice estadounidense experimentó un nuevo brote de debilidad, que lo llevó a alcanzar su próximo objetivo bajista, indicado en el comentario de ayer: la línea de tendencia que forma el borde inferior del canal medio alcista. Es lo que impulsa, como una recta cuesta arriba, toda la subida implementada desde noviembre del año pasado en adelante.

Tocado en torno a las 20.30 este borde en 4.446 y con precisión milimétrica, el mercado se vio obligado en los últimos 90 minutos de la sesión a poner sus intenciones en el plato. Arriba o abajo.

El primer gol del partido lo marcaron los compradores, haciendo un primer rebote de unos diez puntos de índice. Pero aquí vino el contraataque de los vendedores, que empujaron el índice a la baja por segunda vez hasta el mínimo de 4.446. Pero no más.

El potencial doble bajo instigó a los compradores como un toro frente a la bandera roja del torero. El nuevo y decisivo rebote fue mucho más lejos que el anterior, abrumando a los vendedores y logrando recuperar unos 25 puntos del mínimo de la sesión.

Un movimiento bajista rápido y profundo, seguido de un impulso del mismo tenor, pero en la dirección opuesta, se denomina Spike en Technical Analysis, precisamente porque dibuja una especie de pin en el gráfico. Un pico que se produce al final de un movimiento bajista es una señal de reversión bastante confiable.

En este caso, lo que lo hace aún más confiable es el hecho de que el cambio se produjo justo al borde del canal alcista. Significa que el mercado ha reconocido ese nivel como un soporte que ha atraído compradores y de esta forma ha demostrado una vez más que quiere continuar el camino alcista dentro del canal. La implicación es que la corrección ya puede haber terminado y, en este caso, el mercado comenzaría a completar la tarea interrumpida el 2 de septiembre, que consiste en alcanzar su objetivo de 4.600 puntos.

Si estas son las intenciones, cualquier posible debilidad hoy no llevará al SP500 por debajo del mínimo de ayer y tendrá que ser seguido por la continuación del rebote por encima del máximo de ayer (4.494).

Evidentemente el mercado no está obligado a cumplir sus promesas, que muchas veces se asemejan a las de los marineros. Pero tenemos una forma clara de reconocer la mentira. Basta que se rompa el mínimo de ayer para comprender que el mercado estaba bromeando ayer y en realidad todavía quiere bajar.

Pierluigi Gerbino – Estratega del Instituto Español de la Bolsa