El martes pasado los mercados se vieron sacudidos por la falla de comunicación de la abuela Yellen, a quien alguien conocía de antemano y explotó a la baja, provocando un mini-colapso de los índices europeo y estadounidense. ¿Quién sabe si la SEC, el organismo regulador del mercado estadounidense, decidirá investigar esta filtración? Por supuesto, la Secretaria del Tesoro de los Estados Unidos, no nueva en los recibos de comunicación, ya mostrados cuando era presidenta de la FED, no nos causó una gran impresión. Ni por la filtración de la noticia, que algunos de sus colaboradores debieron trasmitir a algún gran especulador, ni por el fondo de lo que dijo en la intervención online difundida pocas horas después del desplome del mercado. Solo tres días antes se había mostrado perfectamente alineado con la visión oficial de la Fed, afirmando que no temía el regreso de la inflación persistente. El martes, sin embargo, desplazó a todos, incluidos los mercados y la FED, adelantando las manos y planteando la hipótesis de que quizás la FED podría subir un poco las tasas de interés para sofocar el sobrecalentamiento de la economía y los precios que provocará la implementación de la ley. maxi-planes. de gasto público de la Administración Biden.
Ahora, todo el mundo sabe que lo que derribará al toro en Wall Street será el cambio en la política monetaria del Banco Central de Estados Unidos. Sugerir con franqueza a la Fed que suba las tasas, después de todas las garantías contrarias que Powell luchó por brindar la semana pasada, es más que suficiente para desencadenar incluso una toma de ganancias significativa, especialmente en un mercado que ha estado inactivo durante toda la semana anterior.
Sin embargo, Yellen, luego de tirar la piedra, escondió casi de inmediato su mano, declarando luego que sus palabras no eran sugerencias a la FED ni pronósticos sobre tasas futuras, sino una forma de reiterar que no se esperan fenómenos inflacionarios particulares, ya que la FED lo sabría cómo contrarrestarlos. Una forma curiosa de comunicar los pensamientos, sin duda alguna.
Sin embargo, Wall Street se tomó bien la negación y recuperó gran parte de la caída antes del cierre del martes. El descenso, sin embargo, se había detenido ante importantes soportes, lo que es bueno recordar para los amantes de los gráficos y porque son el punto de referencia que separa el actual enfoque alcista de la posibilidad de extender la corrección de manera significativa.
El martes, SP500 hizo su sesión baja a un respiro del soporte estático del mínimo del 20 de abril y del dinámico representado por la línea de tendencia alcista creada por la unión de los tres mínimos ascendentes del 4, 5 y 25 de marzo. Ambos apoyos estaban en 4.118, solo 10 puntos menos. Nasdaq100 rebotó perfectamente en la línea de tendencia alcista creada por los mínimos del 5 y 25 de marzo.
Ayer la sesión tuvo que demostrar dos cosas: el repunte de la renta variable europea, que cerró sus puertas el martes cuando Wall Street estaba en sus mínimos, y la continuación del repunte estadounidense, que al menos cerró las brechas bajistas abiertas el martes.
Pues bien, al cierre de los mercados europeos, la tarea del día podría darse por terminada: la renta variable europea recuperó todo el retroceso del día anterior y más aún con los índices que menos habían perdido el martes (CAC francés e IBEX español).
Menciono en detalle solo Eurostoxx50 (+ 1,99%) que representa a los demás. Para sonar el cargo fueron algunos informes trimestrales positivos de grandes empresas europeas (incluida Stellantis) y el despertar del sector bancario. El euro también contribuyó a la vuelta del buen humor, debilitándose un poco y volviendo también por debajo de 1,20 frente al dólar.
A las 17.30 horas el índice SP500 también había completado el cierre del gap bajista dejado abierto con la mala apertura del día anterior.
Pero en Estados Unidos la sesión solo estaba a mitad de camino, por lo que ayer Wall Street nos mostró la otra cara de la moneda tras el cierre europeo.
Sin dramatismo, sin embargo, el optimismo se desinfló y el índice descendió unos veinte puntos desde el máximo, volviendo al punto de partida, con solo una ganancia simbólica al final de la sesión (+ 0,07%). Peor aún fue el Nasdaq100, que no logró completar el cierre de la brecha bajista el martes, y se retiró para cerrar ligeramente a la baja (-0,30%).
El comportamiento de los índices estadounidenses, por tanto, nos deja una tarea incompleta y deja para hoy la verificación de las intenciones direccionales, que parecen muy inciertas.
Solo puedo decir que si el SP500 vuelve a tomar la senda alcista y logra volver por encima de la barrera de los 4.200 puntos, tendrá la posibilidad inmediata de intentar el ataque en un máximo histórico, para aterrizar en la zona de los 4.250.
Si, por el contrario, vuelve a tomar la senda descendente, quizás vaya a probar de nuevo la zona en la que rebotó el martes, la incertidumbre seguirá dominando el escenario, y volveremos a ver algunos altibajos antes de entrar en el corazón de la onda 5 de (3) que nos llevará por encima de los 4.400 puntos.
Pierluigi Gerbino – Estratega del Instituto Español de la Bolsa
Los análisis han demostrado que esperamos más volatilidad en los mercados durante el mes de mayo, y por lo tanto, grandes oportunidades. Durante una hora tendremos el honor de contar con uno de los traders más reconocidos en Europa, Daniel Lavecchia, quien nos explicará como detectar las próximas oportunidades para captar grandes movimientos en los mercados. Un encuentro del más alto nivel que no te querrás perder. ¡Únete a este webinar especial que hemos preparado! INSCRÍBETE