El comentario de Gerbino: Solo en Europa es un verdadero rebote

Publicado el: 28/02/23 1:47 PM

Aunque enero trajo mucho heno a las bolsas, febrero parecía estar llegando a su fin con un balance mensual claramente negativo en EE.UU. e incierto en Europa, quizás precisamente para compensar en parte los excesos de optimismo de enero. Pero a la industria de gestión de activos no le gustan los meses negativos, porque no dan comisiones de rendimiento y socavan la confianza de los clientes inversores, infundiendo la duda de que no es tan cierto que los mercados están destinados a subir siempre. Una duda que, además, 2022, con la negatividad generalizada de los bonos y acciones globales, ha infundido a manos llenas en la mente de los ahorradores.

Así que en los últimos días del mes creo que las instituciones están haciendo todo lo posible para tratar de evitar el golpe o al menos amortiguarlo donde no es posible obtener el signo mensual positivo.

Hemos anotado que han pasado semanas completas de febrero reconociendo que lo dicho por la Fed en el comunicado emitido tras la última reunión del FOMC el pasado 2 de febrero y las palabras del presidente Powell no fueron mera palabrería, sino intenciones reales, reiteradas a lo largo de y superado por las múltiples intervenciones de los diversos banqueros del FOMC. Incluso los más testarudos tenían que creer que la FED seguiría siendo agresiva durante todo 2023, posponiendo para el próximo año la valoración de si recortar los tipos oficiales que este año habrían superado con creces el 5%. También han llegado datos para convencerles de que fotografíen una economía real todavía muy fuerte y una inflación que en enero, en lugar de volver a dormirse como en los buenos tiempos, volvió a asomar la cabeza.

Pero ayer, penúltimo día del mes, las fuertes manos institucionales, tras la mala semana que acaba de terminar, intentaron la proeza de maquillar in extremis sobre los índices.

Así, desde la mañana europea, el índice Eurostoxx50 arrancó con un fuerte gap alcista, seguido de una violenta prolongación del rebote. En poco más de dos horas se recuperó toda la caída del viernes, en casi dos puntos porcentuales. Todo esto sin ningún motivo económico.

En realidad, si no hubo razones económicas, las hubo técnicas. En primer lugar, el inicio del gap alcista tomó nota de la recuperación que los índices americanos implementaron el viernes en la parte final de su sesión, con los mercados europeos ya cerrados. Es el clásico «ponerse al día», que casi siempre ve a Europa persiguiendo lo que pasó en EE.UU. en la segunda parte de la sesión anterior.

Además, no debemos olvidar que el viernes Eurostoxx50 cerró la sesión apoyándose en la línea de tendencia que parte del mínimo del 13 de octubre de 2022 y pasa del mínimo de la primera sesión de 2023, guiando el fuerte rebote que se ha prolongado durante 4 meses hasta el momento.

La brecha alcista desencadenó el rebote, que a su vez despertó el apetito de los cazadores de debilidades, quienes inmediatamente se apresuraron a comprar el rebote junto con los institucionales.

Así también Wall Street se vio tentado por tanta euforia europea para tratar de extender el repunte del viernes, confiando también en unos datos aparentemente malos sobre los pedidos de bienes duraderos para enero, publicados a las 14:30 horas. Cualquiera que no entienda por qué los malos datos hacen subir las listas de precios siempre piensa en la FED, que quiere una clara debilidad económica para detener la subida de tipos.

El rebote del SP500, tras un hueco alcista inicial, finalizó a las 16:00 horas, cuando en enero llegaron los datos de número de contratos preliminares de compra de vivienda, que se saldaron con una fuerte subida (+8,1%), muy por encima del mes precedente y analistas ‘ Expectativas. Pero, ¿cómo… incluso el sector más débil de todos, el inmobiliario, asoma la cabeza? Ya. Entonces hay pocas esperanzas de que la FED se ablande.

Así que Wall Street empezó a caer de nuevo, anulando casi por completo la subida inicial y posponiendo hasta hoy la solución del enigma relativo a lo que ahora da vueltas en la cabeza a los inversores estadounidenses.

Técnicamente, el gráfico diario de SP500 deja poco entusiasmo, porque parece una serie continua de cambios de opinión.

Eurostoxx50, por su parte, no ha tenido tiempo de cambiar de opinión, ya que cerró la sesión al inicio de la bajada de Wall Street. Mantuvo así buena parte de la subida inicial (Eurostoxx50 +1,66%). Europa nos está dando, por tanto, una recuperación de la convicción de que Wall Street hoy podría hacer caer, pero que, si no llegan los deslizamientos americanos, podría restablecer rápidamente la tendencia positiva de una bolsa europea que no parece querer bajar.

Pierluigi Gerbino – Estratega del Instituto Español de la Bolsa


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