El comentario de Gerbino: Traicionados por la FED

Publicado el: 20/01/22 2:00 PM

La mayoría de los seres humanos, cuando se dan cuenta de que llegan tarde a una cita importante o al cumplimiento de un compromiso, entran en un estado de ansiedad y agitación, muchas veces con la consecuencia de agravar la situación.

La mayoría de los seres humanos, cuando se sienten traicionados por una persona o institución en la que tenían la máxima confianza, se ofenden y se alejan.

Estas dos actitudes humanas resumen lo que está pasando en estas semanas iniciales de 2022 en las finanzas globales.

Durante varios años, desde la crisis financiera de 2008 hasta el pasado mes de diciembre, con una breve interrupción de unos quince meses entre 2018 y 2019, los mercados de renta fija y bursátil han podido beneficiarse del impulso monetario de la Fed, que también ha creado un modelo imitado por todos los demás grandes bancos centrales. El acuerdo tácito, presentado al público como el mecanismo para favorecer primero la recuperación de la recesión de 2008 y luego el fortalecimiento del crecimiento económico global, consistió en el persistente bombeo monetario a través de diversas maniobras de Quantitative Easing, es decir, la compra de bonos en el mercado, pagándoles con dinero recién impreso. Maniobras que han aumentado drásticamente la moneda disponible, que en gran parte ha ido a parar a los mercados financieros. Esta inundación monetaria ha alimentado la fuerte subida de los precios de las acciones y también de los bonos, tanto soberanos como de alto riesgo. Ha producido la reducción a cero o incluso la caída negativa de los rendimientos, la disminución de los diferenciales y la aniquilación del papel de los mercados de bonos, que, a través del diferencial de rendimiento exigido a los distintos emisores, cumplen la función de premiar a los virtuosos y castigar a los poco fiables.

Este trabajo incluso se intensificó hiperbólicamente durante la pandemia, y la cantidad de dinero se duplicó con creces en menos de dos años. Todo sin prestar atención a los riesgos inflacionarios inducidos por este bombeo inconmensurable.

Pero en las últimas semanas del año pasado, la Fed descubrió una inflación que llegó al 7% anual en diciembre y que sigue impertérrita consolidándose e incorporándose a las expectativas de largo plazo.

Ahora se ve obligada a perseguir y ha anunciado precipitadamente que la inflación ya no es transitoria y que no sólo hay que frenar el bombeo monetario para marzo, sino que incluso es necesario revertir el flujo, es decir proceder a la subida de tipos y acelerar el Tightening, que es la reducción de la montaña de bonos presentes en el balance de la FED. Todo esto significa gastar dinero.

En los últimos días se han producido declaraciones de miembros del FOMC que parecen algo apresuradas, evidentemente preocupadas por la continua subida de los precios de la energía, otras materias primas, y la dificultad de las empresas, obligadas a subir los salarios para encontrar trabajadores al servicio y retención de los suyos.

Esta agitación de la FED ahora ha llevado a la mayoría de los analistas a esperar cuatro aumentos de tasas para fin de año e incluso a algunos a plantear la hipótesis de que el aumento de marzo es incluso de medio punto porcentual, un aumento que ya no ocurre desde marzo de 2000. vista.

Los compañeros de bocadillos de la Fed, es decir, los mercados de acciones y bonos estadounidenses, se han sentido abandonados por la Fed y, como un amante humillado y ofendido, se apresuran a incorporar rendimientos crecientes en los precios y valoraciones de las empresas. Todo ello implica una evidente corrección de los precios, que ya no son sostenibles en el actual contexto cambiante de tipos de interés esperados.

También ayer, mientras las rentabilidades seguían subiendo y las del Bund alemán a 10 años también ponían el morro en positivo, el índice SP500 volvió a dar marcha atrás, tras haber fracasado en un intento de rebote inicial, y se apoyó en el mismo apoyo que tenía. indicado como el objetivo inmediato del movimiento bajista. Con una caída final de -0,97%, el índice de primera clase de EE. UU. 500 probó el borde superior del área entre los dos mínimos de diciembre de 4.495 y 4.531, y cerró la sesión en 4.532. El tecnológico Nasdaq100 ha perdido algo más (-1,07%) y ya está cerca de la zona de sobreventa y de la media a las 200 sesiones, que ya es sólo medio punto porcentual.

Como se planteó ayer, a partir de los niveles alcanzados, es muy probable que se produzca un nuevo y más afortunado intento de rebote, que debería producirse hoy o mañana. Pero de momento no podemos confiar en absoluto en que el descenso haya terminado, porque todavía no se ha alcanzado el objetivo de los 4.400 puntos y porque aún parece que queda un último movimiento bajista, tras el rebote, para completar la onda correctiva 4.

Faltan 6 días para la próxima reunión del FOMC y, en ese momento, la FED podrá poner algunos puntos firmes para confirmar o desmentir las expectativas grises, es decir, los mercados.

Un tiempo que conviene pasar con cautela, que parece ser un excelente compañero de viaje en estos días.

Pierluigi Gerbino – Estratega del Instituto Español de la Bolsa


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