La semana pasada nos trajo aumentos en casi todas partes. En Europa hemos visto el intento de las acciones de volver a acercarse a los máximos del año y poner fin a la corrección de primavera. Pero la iniciativa no fue del todo exitosa y el viernes volvió la toma de ganancias generalizada, lo que redujo la positividad semanal a menos de un punto porcentual.
En mi opinión, hay al menos tres razones para el descenso. Y todos ellos implican contradicciones que desconciertan cada vez más a los inversores. La primera contradicción se encuentra en el comportamiento ambiguo del BCE, que recortó los tipos el jueves pero reiteró que la política monetaria tendrá que seguir siendo restrictiva durante mucho tiempo (entonces, ¿por qué están recortando los tipos?).
El viernes, un nuevo discurso de Lagarde reiteró esta contradicción por temor a que los mercados malinterpretaran el mensaje del BCE, y casi pareció una declaración de arrepentimiento por la medida adoptada la víspera.
El segundo pretexto para la recogida de beneficios fue el ambiguo informe mensual sobre la creación de empleo en Estados Unidos. Los datos oficiales de la oficina de estadística estadounidense anunciaron la creación de 272.000 nuevos sueldos para mayo, muy por encima de las expectativas de los analistas, que se estancaban en 180.000.
Pero una segunda encuesta, basada en una encuesta entre familias estadounidenses, informó en cambio de una reducción del empleo de 408.000 unidades. Cómo es posible tener, por un lado, muchas nóminas nuevas y, por otro, una reducción del empleo, es un misterio de fe. Los optimistas miran los datos sólidos, los pesimistas miran los débiles. Entonces cada uno crea la historia que le gusta escuchar.
Wall Street empezó muy bien, demostrando que cree en el sólido mercado laboral como catalizador para mantener un crecimiento estable y beneficios abundantes también en el segundo trimestre. Por tanto, tanto el SP500 como el Nasdaq100 alcanzaron su tercer máximo histórico de la semana. Pero luego, en la segunda parte de la sesión, hubo una importante recogida de beneficios por parte de quienes no habían olvidado que la economía robusta es precisamente lo que hace que la Reserva Federal posponga los recortes de tipos. Así, las ventas finales llevaron el balance de sesión de los dos principales índices ligeramente negativo, sin deteriorar demasiado el semanal.
Sin embargo, cabe señalar que el índice Russell2000 de pequeña capitalización cerró la semana con una caída bastante fuerte, lo que demuestra una cierta preocupación por la salud de las pequeñas empresas, que se ven muy perjudicadas por unos tipos todavía elevados.
Si luego queremos ser quisquillosos, observamos que la vela dibujada por el SP500 y el Nasdaq100 en la sesión del viernes es una barra exterior bajista para ambos, lo que a menudo señala el final de una subida y el comienzo de un movimiento bajista. Para completar la señal, la sesión de hoy necesita confirmarla con una tendencia bajista que rompa el mínimo de la sesión del viernes.
El tercer motivo de contradicción llegó el viernes con la publicación de los primeros sondeos a boca de urna de los Estados que votaron a favor de la renovación del Parlamento Europeo, al inicio de un largo período electoral de cuatro días. Empezamos a percibir un fuerte viento que soplaba desde la extrema derecha y se extendía por el electorado europeo, lo que empujaba a muchos inversores a recoger beneficios.
Esta noche hemos tenido la confirmación de los datos definitivos, con el fuerte avance de los neonazis de la AFD en Alemania y la sensacional victoria, al menos en proporciones, de la Asamblea Nacional de Marine Le Pen en Francia, que ha duplicado en número de votos al partido Renacimiento del presidente Macron, obligando a que disuelva el Parlamento y convoque nuevas elecciones para el 30 de junio.
A pesar del avance de la extrema derecha, los resultados generales del Parlamento Europeo han fortalecido a la mayoría saliente y han brindado buenas posibilidades para que Ursula Von der Leyen sea confirmada como jefa de la Comisión de la UE. Sin embargo, han sacudido fuertemente el equilibrio político en Francia y Alemania y esto podría desencadenar un futuro muy inestable para toda la eurozona.
Me temo que digerir todas estas contradicciones en un solo día no es fácil. Por tanto, la precaución operativa debería ser el mejor compañero de viaje de todo inversor en la sesión de hoy.
Pierluigi Gerbino – Estratega del Instituto Español de la Bolsa
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