Luego de varias sesiones negativas, que certificaron un pullback bastante insistente, llegó el rebote técnico, favorecido por los osciladores de sentimiento en los principales índices, que regresaron bastante planos y en territorio neutral. No solo. El índice SP500, el faro mundial de las bolsas, tras haber superado el máximo de 4.325 de agosto de 2022 el 12 de junio y haber escalado hasta los 4.448 en la semana central de junio, había dado marcha atrás el día de las brujas (16 de junio) y el lunes pasado volvió casi exactamente (4.328) al nivel roto dos semanas antes.
Por tanto, no es para nada ilógico que los compradores se hayan sentido atraídos por ese nivel, al menos aquellos que consideran el escenario direccional que ha entrado en el «bull market» y el descenso de las sesiones anteriores una necesaria limpieza de excesos, pero desde luego no una negación del escenario alcista.
Así, ayer por la mañana, mientras los índices europeos, tras un hueco alcista inicial, se doblegaban durante unas horas por las declaraciones «jolly hawk» de Madame Cristina Lagarde, que prometía una nueva subida de tipos para la reunión del BCE de julio y confirmaba que la El trabajo del BCE contra la inflación de ninguna manera está llegando a su fin, por la tarde los índices de EE. UU. vieron algunos datos económicos sorprendentemente positivos para un fuerte repunte. Entre los numerosos datos que llegaron ayer, destacaba como positivo el importante aumento de las ventas de viviendas nuevas y el fuerte repunte del índice de Confianza del Consumidor que mide la Universidad de Michigan. Dado que las noticias continúan siendo positivas también desde el mundo laboral, emerge una imagen de solidez de la economía estadounidense que nuevamente favorece la adquisición de riesgo.
Europa, llevada por el optimismo americano, se olvidó así de Lagarde y se recuperó, hasta el punto de cerrar la sesión en máximos matinales y una subida generalizada, resumida en el +0,57% que marca el Eurostoxx50 Euroland blue chip index, mientras que en EE.UU., los compradores de tecnología volvieron a la carga y la escalada continuó hasta el final, con un balance del día halagador tanto en el Nasdaq100 (+1,75%) como en el SP500 (+1,15%).
Ahora, evidentemente, la pregunta (a la que es demasiado pronto para responder) es la siguiente: ¿ya ha terminado la corrección y podemos esperar nuevos ataques a los máximos de junio?
El dato que llega de la bolsa estadounidense es que, si bien el SP500 aún podría caer un poco antes de producirse el cambio de tendencia bajista (ayer supuse que el quiebre del SP500 en los 4.260 sería preocupante), los inversores estadounidenses no esperaron ese soporte, sino ya han saltado para comprar el soporte más alto, representado por el máximo anterior de agosto de 2022. Una señal de que el miedo a perder una nueva pata alcista aún podría ser bastante significativo. Pero, dado que los movimientos alternan altibajos inclinados, no podemos excluir que este rebote, si no logra romper 4.448, sea el tramo correctivo (B) del impulso bajista anterior (A). De ser así, al menos le seguiría la onda final (C) de la corrección, que tal vez llevaría a ese 4.260 que aún no se ha alcanzado.
Los próximos días marcarán en el mapa de la gráfica qué tipo de camino querrá tomar el mercado. Por ahora, cualquier hipótesis está sujeta a negación. Así que es mejor esperar a que el mercado deje caer algunas cartas más.
Pierluigi Gerbino – Estratega del Instituto Español de la Bolsa
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