Con fines de enero los mercados prolongaron la recuperación, impulsados por lo que se denomina “escaparate” por parte del ahorro administrado, que intentó quitar algunas arrugas a fin de mes, para hacerlo menos doloroso.
A esta necesidad “comercial” se sumaron las coberturas de posiciones cortas, que trajeron las ganancias de enero. Todo este trabajo ha prolongado el repunte de las acciones occidentales desde los mínimos del 24 de enero.
Los índices europeos han subido, sin embargo, acaban de recuperarse de la caída del viernes y no han sumado lo que había conseguido hacer Wall Street tras el cierre de las bolsas europeas.
Eurostoxx50, el resumen de la renta variable europea, con un +0,91% recuperó exactamente la pérdida del pasado viernes y más o menos lo mismo hicieron los índices únicos de la eurozona, todos con rendimientos inferiores a un punto porcentual.
Así, dado que los índices estadounidenses subieron ayer, la renta variable europea recuperó buena parte de esa fortaleza relativa mostrada durante la mayor parte de enero, cuando en plena tormenta logró perder menos que Wall Street.
La renta variable americana, por su parte, mostró una agradable prolongación de la recuperación iniciada el viernes pasado y con el índice SP500 (+1,89% ayer, tras +2,43% el viernes) logró cancelar casi la mitad del defaillance mostrado desde el inicio. año. Incluso el más volátil Nasdaq100 sumó +3,29% a su rebote, impulsado por el gran Over the top, de vuelta en la cresta de la ola con ganancias diarias, en algunos casos, incluso de dos dígitos (Netflix y Tesla).
El resorte cargado por la fuerte sobreventa, producida en la parte central de enero, generó el maxi-rebote que esperábamos.
Ahora, sin embargo, con su cierre en 4.516, SP500 ha llegado a la zona de resistencia entre 4.500 y 4.550. Los osciladores se han normalizado y el retroceso del impulso bajista desde el máximo histórico del 4 de enero al mínimo del 24 ha llegado casi al 50%, que es el nivel donde mueren la mayoría de los rebotes. Aquellos que golpean y huyen con artículos sobrevendidos ahora están tentados a llevarse el botín a casa. En cambio, no lo hacen los optimistas empedernidos, los que siempre practican el “comprar el dip” y tienen la convicción de que una vez más la corrección fue un buen negocio, a la espera de ver pronto los máximos históricos.
El mercado, por tanto, ha llegado a la encrucijada y entre hoy y mañana tendrá que tirar las cartas.
Si prevalece el componente optimista, se superará el borde superior de la zona de resistencia (4.550) y tendremos que decretar el fin de la onda correctiva (4), con la perspectiva de que ya se produzca el primer movimiento de la onda (5) , alcista e impulsivo, capaz de llevarnos a las partes de 5.500 en los meses que quedan de este 2022.
Si, por el contrario, prevalece la toma de beneficios de los que se han dado a la fuga, combinada con la decisión de vender un poco mejor por parte de los que se han visto aislados de la velocidad de la caída de enero, entonces el mercado podría indicar el deseo de concluir la onda (4) de una manera más ortodoxa, con la tercera pierna bajista C, que debería arrastrar el índice estadounidense hacia abajo con un impulso que consta de 5 ondas de menor grado. Objetivo: volver a caer a los mínimos de enero o incluso un poco más allá.
Todo lo que queda es asistir al partido.
Pierluigi Gerbino – Estratega del Instituto Español de la Bolsa
Los puntos de pivote brindan un vistazo a los posibles niveles futuros de soporte y resistencia en el mercado. Estos pueden ser especialmente útiles para los traders como un indicador principal para saber dónde podría girar o consolidarse el precio. También se pueden utilizar como niveles de stop-loss o take-profit. Al igual que con todos los indicadores, no deben usarse como la única cosa en la que basa sus operaciones. Deben usarse además de otras formas de análisis u otros indicadores técnicos. Aprende con un profesional como utilizar los puntos pivotes para captar los puntos de entrada rentables. ¡No te lo pierdas! INSCRÍBETE
