Mientras se transmite en Europa el drama de la nueva estrategia para combatir el Coronavirus, con el revoltijo de protestas y conflictos entre gobierno y regiones, y la demostración de que el federalismo gusta cuando hay algo para dar, pero no cuando es necesario imponer restricciones a los ciudadanos, los mercados financieros ignoran por completo lo que está pasando en Europa y se centran en otro drama, el de las elecciones presidenciales de Estados Unidos que no se convirtió en la expresión suprema de la soberanía popular, sino en un campo de batalla de ejércitos de abogados, alineados en una estructura de guerrilla legal.
Vayamos en orden. El día de la votación y la primera fase de escrutinio nos había dejado la sensación de un Trump en plena carrera por ganar incluso en estados clave, ya que iba por delante en el recuento de votos ingresado en las urnas el pasado martes.
Antes de irse a la cama, el gran comunicador se había presentado ante las cámaras en tono muy guerrero, anunciando que había ganado y que el escrutinio de los votos por correo sería un intento de robarle la victoria. Evidentemente se habría opuesto, incluso acudiendo al Tribunal Supremo.
Evidentemente, se puso manos a la obra y anticipó que solo los tribunales podrán sacarlo de la Casa Blanca.
Trump siempre va por la especia, pero no es posible apelar de inmediato a la Corte Suprema. Primero hay que terminar de contar los votos, todos. Luego, puede solicitar un recuento y apelar contra cualquier fraude, pero en los tribunales de los estados individuales, que tienen jurisdicción sobre la conducción de las elecciones. Solo como último recurso puede apelar ante la Corte Suprema. Hablemos de semanas …
Anoche, el voto por correo realmente recompensó a Biden, aunque el recuento será lento. Los estados más lentos anunciaron que tomaría una semana obtener los resultados finales. Una república bananera de eficiencia, incluso con todas las excusas del Coronavirus. La mano de Trump también está en esta lentitud: el presidente del Servicio Postal Federal es un leal suyo y en los últimos meses ha hecho todo lo posible para frenar al máximo las entregas de paquetes electorales, lo que beneficiaría al retador de su mentor.
Entonces debemos contentarnos con las proyecciones de los medios. CNN le da a Biden la ventaja en varios estados que le permitirían llegar exactamente a los 270 votantes principales necesarios para convertirse en presidente, incluso si Georgia, donde los dos retadores están emparejados, fuera asignada a Trump.
Evidentemente, las proyecciones deben ser confirmadas por votos reales.
También según proyecciones de CNN, las dos cámaras del Parlamento verían una sólida mayoría de demócratas en la Cámara, mientras que en el Senado no podrían arrebatar la mayoría a los republicanos.
Si este realmente resulta ser el caso, encontraremos un país políticamente dividido en dos, con un presidente que tendría muchos problemas para reconstruir alguna unidad nacional. Así lo demuestran las protestas populares de signo contrario que ya están proliferando, sin embargo, en las principales ciudades estadounidenses.
Mientras tanto, los dos candidatos ya contrataron a un grupo de abogados para trasladar la batalla de los colegios electorales a los tribunales. El personal de Trump ya ha anunciado apelaciones en varios estados en la balanza y una repetición del largo tira y afloja legal que en 2000, en el desafío entre George W. Bush y Al Gore, mantuvo el resultado pendiente durante 33 días debido al recuento de votos en Florida.
Fue un momento embarazoso en la historia política estadounidense que corre el riesgo de verse ensombrecido por lo que podría suceder esta vez.
Bueno, en medio de toda esta incertidumbre, ¿qué han hecho los mercados?
Ayer se protagonizó una euforia que sólo se habría justificado con un resultado claro e inmediato de la votación. Wall Street apostó fuertemente por una victoria fácil de Biden, con SP500 subiendo un + 3.5% provisional a 3.486 a mitad de sesión y luego cerró con una pequeña corrección en 3.443 (+ 2.2%) . Aún más sensacional fue la recuperación del tecnológico Nasdaq100 (+ 4,41%), que muestra cuánto apoya Silicon Valley a Biden.
Lo sorprendente es la aparente creencia de que el estancamiento electoral y la consiguiente batalla legal pueden escaparse sin causar daños al negocio.
Incluso si Estados Unidos no es Europa, las listas europeas han impulsado la euforia estadounidense. En plena segunda ola de Coronavirus y con la lista de países europeos que deciden nuevas restricciones y cierres que se alargan día a día, las bolsas de euro se están recuperando tras las apuestas estadounidenses.
Eurostoxx50 (+ 2% ayer) ya ha recuperado toda la fuerte pérdida de la semana pasada, así como los distintos índices locales. No escondo mi perplejidad, pero así es.
Desde el punto de vista gráfico, la novedad es que el sorprendente ascenso del SP500 pone en tela de juicio el modelo que estamos siguiendo, aunque aún no lo mande a la pulpa.
La subida parece haber sido demasiado alta para ser un simple retroceso (onda 4) desde el interior de la onda bajista (C). Surge la posibilidad de que el mercado haya cambiado su patrón, cortando la onda (C) prematuramente. Es un comportamiento raro, pero puede suceder. Si este fuera el caso, la corrección iniciada a principios de septiembre ya habría encontrado su mínimo y por lo tanto ya se habría completado y tendríamos que cambiar el conteo.
Antes de hacerlo, es bueno esperar la confirmación, pero puedo anticipar que el escenario se volvería inmediatamente fuertemente alcista con el índice blue chip estadounidense 500 destinado en los próximos meses a alcanzar nuevos máximos históricos mucho más altos que los anteriores, muy por encima de los 4.000 puntos.
Por ahora esta es una hipótesis a confirmar o desmentir en función de lo que decida el mercado en los próximos días. Sin embargo, tenemos niveles clave que nos ayudarán a comprender las intenciones del mercado para el índice SP500.
Si se rompe el mínimo de ayer en la zona de los 3.400, probablemente nuestro patrón anterior, aunque estresado por la subida de estos días, siga vivo y aún podemos esperar un mercado que complete la corrección por debajo de 3.209, hasta alrededor de 3.100.
Si, por otro lado, SP500 logra moverse por encima de 3.520, probablemente hemos entrado en el nuevo patrón y tendremos que cambiar el conteo, convirtiéndonos inmediatamente en un alcista convencido.
Por ahora lo mejor es esperar a que el mercado se explique mejor.
Pierluigi Gerbino – Estratega del Instituto Español de la Bolsa
El Instituto Español de la Bolsa está siguiendo al momento los resultados de las elecciones de EEUU y su efecto en los mercados. El 5 de noviembre a las 18:30 (hora España) presentaremos un WEBINAR ESPECIAL con el análisis de las estrategias que los expertos están activando luego de los resultados de las elecciones. Contaremos con Carlos Guayara, experto en el mercado norteamericano y pupilo de Bob Iaccino, reconocido trader de Chicago. Junto al análisis de las elecciones revisara el contexto, las variantes, los puntos a tener en cuenta. Un encuentro de lujo que no se querrá perder. INSCRÍBETE.
