Sí, algo ha cambiado. Para peor, por supuesto. Lo que no cambia es la poca memoria, es la incapacidad de remediar el río de problemas en la fuente en lugar de la boca, cuando las aguas residuales se dispersan inevitablemente en el mar y es demasiado tarde.
Han pasado 11 años desde el mínimo del S&P 500 en 666. Se podría haber alcanzado un número que hoy nos parece imposible. Según ese número, las empresas estadounidenses más capitalizadas ahora son aproximadamente 5 veces más valiosas. O al menos lo eran hasta hace unos días porque hoy el valor apunta rápidamente hacia 4 veces. Y luego ya veremos.
Este es el efecto de bombear dinero. El dinero pierde su referencia con los valores de la realidad.
Todos ahora “esperan” (es decir, imploran) a las acciones de los bancos centrales para revivir el mercado. Y todos caen en el mismo error: no es un problema de tarifas. Y si se trata de un problema de liquidez, esto concierne a las empresas para permitirles pagar salarios y proveedores, en vista de la recesión.
Pero el problema en el origen es solo uno, y es de la cadena de suministro. Nadie quiere abordar el problema en el origen, que es tomar nota de que no podemos seguir pensando que una dictadura comunista domine el mundo de la fabricación.
Lo que no queríamos entender a principios de los noventa, debe entenderse ahora.
Mikhail Gorbachev dijo que el principio del fin de la Unión Soviética fue la tragedia de Chernobyl. Por primera vez, se dio cuenta de que la información manipulada y una organización de liderazgo se convirtieron en un riesgo global. Incluso para los manipuladores.
China seguirá el mismo camino. El comunismo solo puede implosionar. La Chernobyl de China es el coronavirus. El principio del fin. Lleva años, obviamente. Pero eso sucederá.
Cuando escribí en los últimos dos años sobre una probable crisis económica y financiera con China en el epicentro, muchos trombones han trompeteado. Ya no los escucho. De hecho, escucho voces y leo escritos donde ahora predicen las catástrofes. Y todavía están equivocados, porque hablan sin entender el problema. No es solo una catástrofe, es algo más complejo. Los mercados subirán màs antes de colapsar, peor que lo que hicieron ahora. Pero estos trombones no pueden saberlo ni entenderlo.
Si te encuentras entre los que odian escuchar sobre política en el mundo de las finanzas, te digo que no estoy hablando de política, sino de economía y finanzas. No cierres los ojos, no te resignes a lo que ciertos poderes nos han convencido ser ineludibles.
China y su feroz dictadura comunista envuelta en pintura capitalista seguramente explotarán. Y el mundo debe tomar nota de que es la cadena de suministro a revisar y no las intervenciones ahora ridículas e ilusorias de los bancos centrales.
¿Esto va a tomar años? Por supuesto, es por eso que tenes que comenzar ahora. Aparte de las tasas de Trump. Los comunistas y las dictaduras en general deben mantenerse fuera del comercio mundial. No hay otra manera si queremos un capitalismo que vuelva a ser saludable y una financiación más compuesta y orientada para comerciantes e inversores. El capitalismo y la democracia deben ir de la mano o será el fin no solo del capitalismo sino de nuestra civilización.
¿Es utopía pensar en tal plan? Si lo creemos, no será una utopía. Sigue el flujo, lo que es utopía hoy se hará realidad ante tus ojos.
Un saludo cordial y amistoso.
Maurizio Monti
Editor
Instituto Suizo de la Bolsa
P.S.: Con gran serenidad, si eres nuestro lector asiduo, te estas enfrentando al inicio del periodo de 2020 y 2021, consciente que lo recordaremos durante mucho tiempo en nuestra vida. Con las herramientas adecuadas, todo se enfrenta en la mejor manera. Y las herramientas adecuadas son, sobre todo, su conocimiento y su cultura financiera. Gracias por compartir esta pasión común con nosotros.