El afloramiento rocoso cederá.
El objetivo de este artículo es continuar el relato emprendido con «Un junio ‘traicionero’ para las bolsas».
La semana pasada hemos visto la caída esperada de la volatilidad medida por el Vix: desde el máximo del 30 y 31 de mayo, el Vix cerró la semana en un valor de 12,22, en la zona que definimos como «muy baja volatilidad», porque es inferior a nuestra estadística de soporte de “baja volatilidad” situada en 12,62.
Al mismo tiempo, el futuro del S&P500 alcanzó un nuevo máximo histórico el viernes 7 de junio,c al día siguiente de nuestra previsión (que daba la zona horaria de mayor probabilidad para el máximo los días 5 y 6 de junio): como ocurrió la semana anterior, la última hora de negociación registró volúmenes muy importantes, con un cierre en la zona de 5350/5355, frente al máximo en 5385.
Igualmente significativo es lo que ocurrió cerca de las non farm payroll, donde el mínimo sondeó la ya famosa zona 5330/5333, correspondiente al máximo del 1 de abril, y luego se reinició brillantemente hasta el mencionado máximo de 5385 y luego se fue a cerrar a mitad de camino.
El Vix1D, que, les recuerdo, mide la volatilidad de las opciones de día cero, cerró en negativo el viernes pasado: lo que presagia un posible nuevo máximo a corto plazo o, en cualquier caso, un máximo superior al del viernes. El candidato podría ser el nivel 5400-5420.
Teniendo en cuenta la particular semana que nos espera, no se descarta que pueda tratarse de un nuevo máximo que coincida con una fase de agotamiento temporal de la fuerza alcista.
El período del 11 al 14 de junio se confirma, también en el procesamiento de esta semana por nuestros algoritmos temporales, como un punto de posible inversión temporal.
Como ya se anticipa en los artículos citados, la semana actual favorece un aumento de la volatilidad en las estadísticas estacionales, con un pico que podría ser superior al del 30 y 31 de mayo.
Este aumento de la volatilidad debería corresponder a un mínimo en el S&P500, con máxima probabilidad el 12 y 13 de junio. Nominamos 5270 como mínimo del S&P500. Si se abre paso, el aumento de la volatilidad puede llegar a ser considerable.
Los años más significativos en los que se produjo un fuerte aumento de la volatilidad esta semana fueron 2016, 2020 y 2022, con picos en los tres casos de incrementos de poco menos del 50% respecto al valor inicial. El valor máximo histórico en el caso actual sería un Vix en torno a 18.
El valor medio más realista de los años de aumento de la volatilidad en los últimos 15 años se sitúa en torno al 14% (indicaría un valor del Vix en 13,90, por tanto inferior al máximo del 30 y 31 de mayo). Lo que consideramos más probable se sitúa un poco más arriba, alrededor del valor 14,50/16.
En los últimos 15 años, sólo 2010, 2019 y 2021 no han respetado la estadística que registra el aumento de la volatilidad esta semana, con una caída del Vix medio de alrededor del 6% (en este caso volvería a mínimos por debajo de 11,50).
El posicionamiento en opciones considera la actual semana de junio mucho más cautelosa que la primera y la tercera en posiciones alcistas. En todo ello influyen la fila de datos macro y la conferencia de la FED que alegrará nuestros días los días 12, 13 y 14 de junio.
Mientras tanto, continúa la desalineación de los tres índices americanos, que ve al Dow Jones como el eslabón débil, al S&P500 como el mediador y al Nasdaq como el motor: una condición que no es agradable, porque significa que el mercado No cree en valores verdaderos, sino sólo en valores puramente especulativos y puede cambiar de opinión muy rápidamente.
Esta consideración, que surge de la experiencia, indica que el mercado ha cambiado significativamente su fisonomía alcista, que ya nos había mostrado con la espectacular tendencia alcista desencadenada del 30 de octubre al 1 de abril.
La certeza alcista se está desmoronando, poco a poco.
Estas fases de desmoronamiento pueden incluso durar mucho tiempo (seguimos asumiendo que el mercado podría mantener la tendencia alcista hasta finales de julio y quizás mediados de agosto, una vez pasadas las ondulaciones inciertas de junio).
Sin embargo, una fase de desmoronamiento de una creencia previa se comporta exactamente como el desmoronamiento de una roca en la ladera de una montaña. Puede resistir la presión o ceder repentinamente, con consecuencias naturales para los de arriba.
Por ahora son sólo síntomas (RSI mucho más débil, divergencia continua entre los tres índices, rechazo evidente a las roturas de resistencias), pero son continuos y concomitantes.
Te invitamos a nuestra cita online el 13 de junio a las 19.00 (hora España) a nuestro encuentro online: Carry Trade y USDJPY: Crea e implementa una estrategia infalible. ¡No te lo pierdas!
INSCRÍBETE
Maurizio Monti
Editor
Instituto Español de la Bolsa
PD: Si queremos hacer una hipótesis puramente imaginativa, como al fin y al cabo son todas las previsiones, junio podría traernos algunos avisos desagradables, a los que podría seguir una fase de reordenamiento de la tranquilidad operativa y de la tendencia alcista, con una fuerte caída de la volatilidad., que se prolongaría hasta finales del verano.
Entonces, lo más probable es que el mercado ceda, con una caída desde el máximo que podría ser del 15-20% y un clásico ABC bajista, donde la onda C es la que tiene más probabilidades de superar el mínimo del 19 de abril.
Atención a los datos previstos sobre el IPC del miércoles 12 de junio, tengo muchas dudas de que sean realistas.
Te esperamos en el webinar, haz clic para registrarte.