Por qué necesitamos oro y bitcoins

Publicado el: 20/11/19 11:36 AM

En la era digital, vivimos en dos mundos: el mundo físico y el mundo virtual.

El mundo virtual no puede existir sin el mundo físico (los cortes de energía lo atestiguarán). Pero no podemos existir en el mundo físico actual sin el mundo virtual (la tecnología digital se ha incorporado a todos los aspectos de la vida, desde lo personal a lo social, lo comercial, etc.).

El dinero también existe ahora en ambos mundos a medida que se digitalizan el efectivo y los metales.

El problema: el gobierno y los bancos están encontrando formas de hacer que la digitalización del dinero trabaje para sus intereses y ventajas … a expensas de las personas (por ejemplo, la “guerra contra el efectivo”).

El monopolio del gobierno sobre la creación, distribución y regulación de la moneda fiduciaria va en contra de los principios de un mercado libre. El “mercado libre” implica la “libertad” de usar y mantener cualquier forma de dinero que cumpla con las demandas del mercado. La noción de una sociedad libre también implica el derecho del individuo a la “privacidad” (incluidas las transacciones y las tenencias de activos).

El gobierno ha restringido severamente la libertad y la privacidad de las personas para realizar transacciones y mantener activos. Ha monopolizado el dinero, haciendo de la manipulación, gestión y creación artificial de dinero su único privilegio. Esta es la forma en que el gobierno le dice a la gente: podemos administrar su riqueza mejor que usted mismo.

El oro y Bitcoin (y otras “altcoins” aceptables) existen más allá de este sistema restrictivo.

Ambos operan fuera de la influencia corruptora de la intervención y el control del gobierno y del banco central.

Valor intrínseco: el oro tiene un valor intrínseco físico, una mercancía que tiene un valor más allá de su valor monetario. El valor intrínseco de Bitcoin es su proceso generativo (algoritmo) y el límite de monedas, así como sus características tecnológicas y aplicaciones subyacentes.

Escasez: a diferencia de la moneda fiduciaria, el oro se extrae físicamente y es finito; Bitcoin (y algunas otras altcoins) se extrae algorítmicamente y es finito.

Cobertura de inflación: tanto el oro como Bitcoin son coberturas contra la degradación inflacionaria de la moneda fiduciaria.

Medios de intercambio universales: el oro y Bitcoin son reconocidos e intercambiados a través de líneas internacionales.

Prueba de falsificación: la cantidad de oro puede reducirse, pero su composición material no puede falsificarse; Bitcoin no puede ser falsificado.

Riesgo de confiscación: sería imposible para el gobierno confiscar su oro “físico” de propiedad privada. Tal escenario sería prácticamente imposible con respecto a las criptomonedas. Por el contrario, la moneda y los metales digitalizados (a través de CUSIP) pueden ser rastreados, monitoreados, gravados e incautados fácilmente.

El oro es la última medida de valor en el dominio monetario físico; Bitcoin y altcoins gobiernan el dominio monetario digital.

La riqueza en el mundo de hoy significa poseer activos en forma de dinero físico y virtual “sólido”.

Este artículo apareció originalmente en Gsiexchange.