¿Podrá Musk recortar el gasto público?
Los datos de inflación estadounidenses publicados ayer a las 14.30 horas, hora europea, estuvieron en línea con las expectativas.
La reacción inmediata de volatilidad del mercado generó un pico en el S&P500, que fue inmediatamente sofocado.
La jornada en el índice americano no empezó nada bien, gracias a una Europa en crisis de identidad. Luego terminó con una nota ligeramente positiva, con una mayor compresión de la volatilidad.
Era la confirmación de que el mercado ya había interiorizado los datos y no había nada más que añadir.
Si todo continúa así y el PCE básico, que se publicará próximamente, cumple las expectativas del 0,2%, la Reserva Federal no debería tener problemas para recortar los tipos otros 25 puntos en su reunión de diciembre.
La FED prestará más atención a las nóminas no agrícolas, que se publicarán el 6 de diciembre.
Analizando la información detallada sobre la inflación también se desprende un componente muy positivo. De hecho, los servicios básicos parecieron disminuir respecto al mes anterior.
Esto muestra que los principales factores que impulsan los precios se están desacelerando.
Leídos así, los datos parecen confirmar que Trump, quizás por su hiperactivismo, aún no ha logrado cambiar el rumbo de la inflación.
Ahora la palabra pertenece al mercado de bonos: que sigue rechazando efectivamente el recorte de tipos, mientras los precios de los bonos caen.
¿Los temores a la elección de Trump mantuvieron altas las tasas del Tesoro? O, más simplemente, ¿es cada vez más difícil vender la deuda estadounidense y los inversores quieren una prima de riesgo más alta?
El caso es que los futuros del Tesoro tienen los valores de la primavera pasada, cuando la temporada de recortes de tipos aún estaba muy lejos.
Hablando de Trump, los primeros nombramientos sugerirían una perspectiva de cubrir el gasto público mediante la revisión de procedimientos y sistemas.
El DOGE (el departamento para la eficiencia de la estructura pública) quedaría en manos de Musk. Quien, tal vez, no pueda esperar para probar suerte en la automatización, racionalización y robotización de la estructura de las oficinas gubernamentales.
Bessent como jefe del Tesoro podría ser una confirmación más del deseo de revisar el gasto.
En resumen, las primeras señales de Trump parecen negar la idea de una expansión del gasto aún mayor.
Si se trata de una estratagema de imagen o de una realidad, sólo lo veremos en los próximos meses.