Después de una caída sostenida durante unas seis semanas frente al dólar estadounidense, la libra esterlina ha estado bajo la constante influencia de los diferenciales de política monetaria entre el Banco de Inglaterra y la Reserva Federal.
La semana presenta pocas oportunidades de cambios fundamentales, con un modesto calendario de señales comerciales programadas. Sin embargo, esta pausa en la acción podría ofrecer un respiro a la maltrecha libra, que al menos podría detener su descenso temporalmente.
Las expectativas sobre el momento en que podrían caer las tasas de interés en el Reino Unido se han adelantado, mientras que las expectativas sobre cuándo podría actuar la Reserva Federal se han retrasado cada vez más.
El Reino Unido ha sido un caso atípico en términos de inflación durante gran parte del año pasado, con aumentos de precios obstinadamente fuertes en comparación con otras economías pares. Sin embargo, la inflación de los precios al consumo en el Reino Unido finalmente parece estar disminuyendo, con una ganancia anualizada del 3,2%, aunque ligeramente por encima de las expectativas del mercado, sigue siendo el nivel más bajo en más de dos años.
Algunos datos de empleo más débiles también han afectado a la libra la semana pasada, con una tasa de desempleo superior a la esperada que fortaleció el margen de maniobra del Banco de Inglaterra para tomar medidas.
A pesar de estos datos, los mercados de la libra esterlina solo están considerando un recorte de tasas de un cuarto de punto este año, un pronóstico muy similar al del dólar. El panorama inflacionario también es similar: los precios se están desacelerando pero siguen subiendo más que la tasa objetivo de cualquiera de los bancos centrales.
La semana trae consigo algunos comunicados de prensa importantes, todos de EE. UU. Los pedidos de bienes duraderos para marzo se publicarán el miércoles, y las cifras oficiales del Producto Interno Bruto se publicarán un día después. Sin embargo, el evento principal podría ser los datos del índice de precios de la serie de consumo y gasto personal, una publicación que la Reserva Federal sigue de cerca.
Esperamos al menos ganancias a corto plazo del dólar si estos datos son fuertes, con la correspondiente debilidad en caso de que sean decepcionantes. La libra se mantiene por encima de 1,2400, pero está bajo una clara presión, y los alcistas lucharán por mantenerla por encima de ese nivel psicológicamente importante esta semana.
Las recientes caídas del GBP/USD han visto finalmente el deslizamiento por debajo de la amplia banda de negociación que había contenido el comercio desde finales de noviembre del año pasado. La atención ahora se centra en el soporte en el mínimo del 17 de noviembre de 1,23724, en caso de que el nivel de 1,2400 ceda.
El amplio canal de tendencia bajista sigue siendo dominante y bastante respetado, lo que sugiere que cualquier ruptura por debajo de ese nivel podría desencadenar caídas más profundas en el corto plazo.
Después de haber estado cerca del promedio móvil de 200 días desde mediados de marzo, el par ha caído bastante por debajo de él en la última semana.
Los datos de sentimiento muestran que los operadores son optimistas sobre la libra esterlina en los niveles actuales, pero con el aumento de las posiciones cortas, eso no ofrece una señal enfática de apoyo.
Equipo Green Forex
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