El comentario de Gerbino:… ¿Y si la inflación empieza a disminuir?

Publicado el: 10/02/22 2:23 PM

Destacamos ayer que las bolsas, representadas por el rey de los índices, el americano SP500, se mantuvieron durante 3 sesiones dentro de un modelo de indecisión denominado “doble barra interior”, capaz de generar un movimiento direccional una vez que el índice había superado el máximo o el mínimo de la sesión del 4 de febrero. Ayer también planteé la hipótesis de que el día ideal para una solución direccional podría haber sido hoy, cuando llegue a las 14.30 horas la “sentencia” del dato de inflación estadounidense de enero, que los analistas esperan que suba al 7,3% anual, desde el 7% de diciembre. Se espera que el mercado “básico”, neto de los precios de la energía y los alimentos frescos, aumente hasta el 5,9 % desde el 5,5 % de diciembre.

Pero, como siempre, los mercados siguen su propia lógica y la solución direccional se dio con un día de anticipación, demostrando, una vez más, que no es la economía la que mueve las bolsas, sino la percepción del futuro que se cuela en las mentes. de operadores.

Ayer, sin embargo, los rendimientos de los bonos también se estabilizaron y dejaron de batir nuevos récords, y los diferenciales periféricos se redujeron ligeramente, también gracias a las intervenciones bastante tranquilizadoras de los miembros del BCE, que intentan domar los mercados después de la tortilla de comunicaciones de Madama Cristina Lagarde en la rueda de prensa. hace una semana, lo que desencadenó la subida impetuosa de las rentabilidades también en Eurolandia.

La renta variable rompió el retraso alcista desde la mañana y generó una señal de rebote para los índices europeos, con una aceleración volitiva del Eurostoxx50 (+1,81%) y los índices periféricos de España (+1,98%) e Italia (+2,72%) a la cabeza el camino.

Por la tarde, Wall Street también apretó el acelerador y mostró una subida amplia y unánime para todos sus índices: SP500 (+1,45%), Nasdaq100 (+2,10%) y Russell2000 (+1,59%).

A quienes preguntan por qué la suba se produjo el día anterior al dato clave de inflación, les podría dar dos posibles hipótesis interpretativas. Una, un poco maligna, es que el “puntazo” de que la inflación hoy no será peor de lo esperado, pero quizás un poco menos atrevida, ya llegó a las manos fuertes de los grandes bancos de inversión y fondos de cobertura.

La segunda, más benigna, pero un tanto extraña, es que en la mente colectiva de los participantes se ha deslizado ahora la creencia de que la posible subida de precios en enero representa una especie de “canto del cisne” de la inflación, destinada a bajar la cresta desde el próxima encuesta en adelante.

En apoyo de esta hipótesis existe una peculiaridad estadística, el llamado “efecto base” de la serie histórica. La inflación anual se calcula comparando el índice de precios de un determinado mes con el del mismo mes del año anterior. El dato que se comunicará hoy, relativo a enero, incorpora por tanto la variación que se produjo de febrero de 2021 a enero de 2022. Si observamos la serie histórica, observamos que los incrementos mensuales del índice de precios al consumidor comenzaron a tornarse impetuosos recién desde febrero del año pasado año en adelante. Previamente, la inflación estaba dormida, nivelada a muy por debajo del 2% anual. Entonces, si la inflación anual quiere volver a aumentar el próximo mes, el aumento de febrero debe ser superior al +0,4% mensual que se presentó en febrero del año pasado. En marzo tendrá que crecer más del 0,6% del año anterior y lo mismo en abril. Asumir aumentos de precios ligeramente más moderados en los próximos meses parece completamente lógico, por lo que no es extraño que la inflación alcance su punto máximo hoy y luego se estabilice o caiga durante unos meses.

Esta idea podría ser la base de la apuesta alcista de los mercados, ya que, si la inflación se estabiliza, incluso los bancos centrales podrán moderar su agresividad a la hora de subir tipos y apretar el cinturón monetario.

Sea cual sea el motivo, el SP500 dio ayer una clara señal de continuación alcista y parece dispuesto a retomar la senda hacia máximos históricos. Habiendo superado la resistencia de los 4.540, ayer el índice ya ha llegado a un bigote del siguiente: 4.595, que representa el máximo del pasado 2 de febrero, que frenó el mini-rally de 4 sesiones alcistas que comenzó el 28 de enero.

Superar ese nivel completaría una bonita figura gráfica de “taza y asa”, que debe su nombre al hecho de que el gráfico se parece a una taza de café con el asa a la derecha. Superar la manilla, que se producirá precisamente por encima de los 4.595, fija como primer objetivo una nueva subida de 145 puntos (alrededor del 3%) hasta los 4.740 y como objetivo posterior la zona de los 4.900, es decir, superar el máximo histórico actual de 4.818.

Evidentemente, con una hoja de ruta similar a la del SP500, el Eurostoxx50 no debería tener demasiadas dificultades para avanzar hacia los 4.400 puntos, que aún no ha conseguido superar este año.

Pierluigi Gerbino – Estratega del Instituto Español de la Bolsa


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