Dos gallos en el gallinero
Fuimos testigos del debate entre Biden y Trump.
Siempre he apreciado a Estados Unidos y su democracia. También siempre he criticado al extremo los excesos del capitalismo vividos, donde la desigualdad ha crecido exponencialmente en la última década.
El espectáculo que presenciamos fue el delirio de la democracia estadounidense. La deriva. Una sórdida disputa de condominio, dos co-inquilinos insultándose de un balcón a otro, bajo la mirada petrificada del mundo entero.
Pocas, quizás ninguna palabra de programas, de cosas que hacer, de ideales en los que creer, de puntos de referencia a seguir. Nada serio sobre política. En cambio, ríos de odio, de ataques personales, de frases ofensivas.
No me opongo a uno ni a otro. Pido que Estados Unidos vuelva a ser el país de referencia de los valores occidentales. Imploro que la gran democracia estadounidense, donde la prensa es la prensa, el poder judicial es el poder judicial, la política es política una vez más para ser la columna vertebral de los valores a compartir.
Estamos asistiendo al declive de un modelo, esto debe indignarnos y preocuparnos. En la democracia occidental, Occidente no puede hacer harakiri de esta manera. No, me niego a creerlo.
Si la política da este espectáculo por sí misma, el riesgo, enorme, es que ese clima de odio pendenciero se traslade a las calles, entre la gente corriente. El riesgo de que Estados Unidos se parta en dos, más de lo que ya es, significa exponerse a peleas bestiales, desorden, revueltas sociales, confusión absoluta, la posible supresión de las libertades fundamentales para la restauración del orden.
Una bomba de tiempo para la democracia y para el sistema económico capitalista como lo concebimos en Occidente. Una bomba cuyo poder puede tener peligrosas repercusiones en el continente europeo, ya suficientemente probada por el Brexit y por el constante litigio de los estados miembros de la Unión.
Hasta 8 de los 27 estados votaron en contra del Fondo de Recuperación: ¿es suficiente decir lo difícil que es pensar en una integración real de los pueblos de Europa? ¿Y hasta qué punto un empujón centrífugo de Estados Unidos puede constituir un enorme peligro para la frágil Unión?
¿Tendremos un mercado en medio de una crisis nerviosa desde aquí hasta las elecciones estadounidenses?
Wall Street no está impresionado por los caprichos de la política. Pero las bolsas de valores no quieren incertidumbre. Y la perspectiva de un litigio posterior a la votación, de intentos interminables de volver a discutir el resultado recurriendo a la Corte Suprema, de una incertidumbre que perdura mucho después del 3 de noviembre, ese es el escenario que los mercados no quieren ver.
No es la victoria de uno u otro candidato lo que pone en peligro las bolsas de valores. Pero un litigio que genera incertidumbre, en una era como la del Coronavirus, donde son necesarias decisiones económicas, políticas y sociales rápidas.
Tengo mucho miedo por una América donde tenemos que esperar lo menos peor. Y esto, al final, es lo que nos espera. Porque lo menos peor puede significar lo peor aquí.
El jueves 08 de octubre a las 18:30 (hora España) tendremos un encuentro online con Carlos Guayara, un estratega del mercado financiero, capaz, como pocos, de gran previsión y visión clara. Experto del mercado americano y Forex. Esto es lo que necesitamos ahora, conocer los riesgos, dominarlos correctamente. ¿Qué nos espera en los mercados en el último trimestre del año? ¿Qué nos dice el pasado, única forma de interpretar correctamente el posible futuro probable? ¿Cuál será la influencia de las elecciones? Haz clic para suscribirte y acompáñanos en un gran evento imperdible de Cultura Financiera del más alto nivel.
Maurizio Monti
Editor
Revista Traders ‘Italia
Instituto Español de la Bolsa
PD: ¿Guerra civil en los Estados Unidos? En las calles estadounidenses de muchas ciudades, en diferentes estados, el clima es peligroso. La democracia y con ella el capitalismo occidental están en riesgo si la política no se cubre.
Aparte de las intervenciones de los bancos centrales. Aparte de la FED y las inyecciones de liquidez. Al margen de la alegre inconsciencia de las finanzas, podría consumarse un drama mucho más profundo. Que a la hora de llamar a las puertas de las finanzas sería un auténtico desastre, un río en crecida difícil de detener, una explosión de precios hiperinflacionarios en las bolsas de valores.
Por eso es el momento de escuchar a Carlos, con toda su sinceridad y lucidez.
Este texto fue originalmente escrito en italiano y traducido al español por Leonor Roquett, periodista coordinadora del Instituto Español de la Bolsa.