Una de las críticas de aquellos que no confían en el futuro del bitcoin es la posibilidad, a largo plazo, de que los Gobiernos no permitan la criptomoneda. Debemos recordar que el Bitcoin se diseñó de forma descentralizada, por lo que existen dificultades técnicas en un cierre del Bitcoin, además de las restricciones legales. Sin embargo, para muchos conocedores del tema, el Bitcoin también tiene que ver con la libertad de expresión.
Mientras algunos expertos creen que las prohibiciones de Bitcoin podrían ocurrir en lugares como China e India, esto no podría ocurrir en lugares como Estados Unidos por los fallos judiciales existentes. El CEO de Abra, Bill Barhydt, aseguró sobre una supuesta prohibición de Estados Unidos: “El gobierno no puede parar: la Corte Suprema de los Estados Unidos ya ha opinado sobre esto. No se puede evitar que las personas contengan unos y ceros en un dispositivo en su bolsillo. Ese barco ha navegado. Ya lo sabemos. La pregunta es: ¿qué pueden hacer en el borde de la red? Los onramps y offramps, los lugares donde ejercen el control sobre el sistema bancario, los intercambios, [y los] stablecoins «.
Aseguró que el hecho de la criptomoneda de Facebook, Libra, no esté tan descentralizada es un problema para el proyecto. Pero Libra podría beneficiarse de una manera indirecta del precio del bitcoin.
En el pasado, el economista Saifedean Ammous y el consultor en criptografía Peter Todd compartieron acerca de la posibilidad de que los Gobiernos podrían crear sus propias criptomonedas como una forma potencial de dañar el bitcoin.
La idea de que un Gobierno importante prohíba el Bitcoin no es tan descabellada. Recordemos que hubo un tiempo en que tener un lingote de oro en Estados Unidos era castigable con hasta 10 años de prisión. En 1933 el presidente Franklin Roosevelt emitió una orden que exigía a los estadounidenses que entregaran sus tenencias de oro al Banco de Reserva Federal, hasta que el presidente Ford legalizó la propiedad de oro.
Sin embargo, en el caso del Bitcoin, lo primero que tendría que hacer un Gobierno para prohibirla sería preguntar exactamente como aplicar tal prohibición en un sistema tan complejo.
Aunque, si nos alejamos de la práctica, el hecho de emitir una legislación que prohíba el Bitcoin desplomaría la demanda.
En conclusión, los Gobierno no pueden impedir que el blockchain se propague, pero pueden dificultar severamente el acceso de sus ciudadanos y atacar a las empresas que trabajan en el sector. Pero, como en el caso de cualquier prohibición, nunca será realmente efectiva y solo creará el espacio para el mercado negro en determinado lugar.