¿Qué significa la inversión de los yields?

Publicado el: 10/10/19 7:26 PM

De acuerdo con data publicada por Merrill Lynch, los inversionistas a nivel mundial han invertido la cifra récord de más de 150 billones en Bonos del Tesoro Americanos de dólares durante los últimos tres meses. Gran parte de esta tendencia ha sido impulsada por la necesidad de disminuir riesgos al considerar los bonos una de las inversiones más seguras disponibles.

Sólo la semana pasada, la inversión llegó a 7.1 billones de dólares, la cuarta vez en la historia que se llega a esa cifra en la historia en sólo una semana.

Esta ansiedad ha sido alimentada por las condiciones actuales del mercado que apuntan a una posible recesión; la guerra comercial, y la curva de rendimientos de bonos americanos. Dicha curva ha sido de gran utilidad para predecir todas las recesiones de los últimos 50 años, así que hay que prestar bastante atención a su comportamiento. El riesgo de una crisis económica tiene al presidente de los Estados Unidos más alterado de lo normal.

Si bien este ha dicho que está tranquilo con la solidez de la economía, sus acciones demuestran lo contrario al presionar a la Reserva Federal para recortar su tasa principal al menos un punto porcentual, lo cual es extraño en el mejor de los escenarios y exageradamente inflacionario de ser cierto que la economía es sólida. Sin embargo, la pregunta es, ¿la inversión de la curva precede nuevamente una recesión?

Contrario a lo que se ha vuelto cultura popular, las probabilidades de una recesión económica para el próximo año continúan debajo del 40% de acuerdo con una encuesta publicada por la agencia Bloomberg el pasado 19 de agosto mientras los analistas entrevistados sitúan el crecimiento económico de la primera economía mundial cerca del 1.8% en línea con las expectativas de la Reserva Federal, cifra que además mantendría la aceleración inflacionaria controlada.

¿Entonces qué pasa con la curva? La sensación es que la economía americana seguirá alargando lo que es ya el periodo de expansión económica más prolongado de la historia.

Hay que decir también que la inversión como tal, es decir la relación entre los bonos de dos años y los bonos de diez años ha durado menos de un día en total. Sucedió el pasado 14 de agosto, y nuevamente un par de horas de la semana pasada. Sí es cierto que la inversión de la curva de los bonos de tres meses y los de diez años sucedió desde mayo pasado, pero ese no es un indicador fiel de una posible recesión.

Ahora, mi principal argumento es que la tal inversión de la curva es una señal mucho menos confiable hoy que en décadas pasadas. La curva es simplemente una gráfica de los rendimientos de los bonos del tesoro teniendo a la izquierda los de más corto vencimiento y a la derecha los de vencimiento más lejano en tiempo. La gráfica usualmente tiene una pendiente positiva ya que la lógica indica que entre más lejano sea el vencimiento mayor debe ser el retorno para que mi inversión tenga sentido.

Sin embargo, la curva ha venido aplanándose durante las últimas décadas, estando en este momento cerca de tener una pendiente negativa, incluso en días en los que nada extraordinario sucede. Sin embargo, una pendiente positiva de la curva de rendimientos es simplemente algo del pasado, cuando la tasa de inflación era mucho más elevada a la actual y menos predecible.

Los bonos de vencimiento más lejano tenían que ofrecer rendimientos mucho más altos para compensar el hecho de ser una mala cobertura contra una de las preocupaciones más grandes, un aumento inesperado de la inflación. Hoy en día, por el contrario, la inflación es vista como el objetivo de los bancos centrales mientras casi todos huyen de la deflación, y así mismo los bonos son una excelente opción de cobertura deflacionaria ya que ganan valor cuando las tasas caen.

Fuera del mercado de bonos hallamos también muchos indicadores de solidez económica. El desempleo se sitúa en 3.7%, la menor tasa desde la década de los sesenta. Esto es bueno no solamente para el mercado de la mano de obra, sino también en general para las empresas que venden productos y servicios. el gasto consumidor se ubicó en 4.3% durante el segundo trimestre del año. Así mismo, un desempleo tan bajo podría repercutir en una inflación disparada, sin embargo, como lo mencionamos antes, la inflación está en 1.4%, muy por debajo del 2% objetivo de la Reserva Federal. Adicionalmente, la política fiscal de Estados Unidos incrementa la demanda de bienes y servicios. El déficit fiscal aumentó de 2.2% en 2016 a 4.5% a hoy, debido en gran parte a un aumento en el gasto estatal mientras disminuyen los impuestos. Si bien puede argumentarse que no es el momento para una expansión en la política fiscal, lo cierto es que el gobierno está haciendo lo necesario para mantener el ritmo económico.

Como si todo lo anterior fuera poco, la Reserva Federal puso punto final a su ciclo de aumento de tasas de interés el pasado Julio cuando redujo un cuarto de punto porcentual mientras el mercado anticipa al menos dos reducciones adicionales en lo que resta del año, anticipándose a una posible contracción económica y apoyando el crecimiento.

Dicho todo lo anterior, las posibilidades de una recesión cercana no pueden simplemente descartarse. Un incremento de la tensión comercial entre Estados Unidos y China, podría impactar a los negocios americanos y a la confianza del consumidor que al final es el motor de la economía. Así lo demuestra el índice de sentimiento del consumidor elaborado por la Universidad de Michigan que se ubicó el mes pasado en mínimos de siete meses.

En pocas palabras, en este momento, la principal razón por la cual podría haber una recesión cercana, podría ser el mismo miedo a una recesión.

By Esteban Peñaloza

Intrades.com, CEO

Bob Iaccino team,

Aliado estratégico del Instituto Español de la Bolsa