A estas alturas, Tesla conquistará el mundo
Han pasado cerca de dos semanas desde que la prensa internacional destacó las investigaciones en curso y los datos filtrados por la comisión estadounidense para investigaciones sobre lavado de dinero por actividades ilegales.
Investigaciones e información involucrando a los bancos más grandes y prestigiosos del mundo, culpables de descuidar las reglas más elementales para identificar al cliente y el origen de los fondos, con el fin de hacer felices a clientes muy adinerados.
Por un momento volvimos a vivir la era de “Suiza se blanquea más”, un bestseller publicado en los años ochenta, aplicado hoy, sin embargo, no ya a la pequeña Suiza, sino al mundo entero, con la participación de bancos alemanes y estadounidenses en primer plano.
Las bolsas de valores reaccionaron mal, mientras que mucha de la mala prensa financiera presentara razones imaginativas para la repentina caída de las bolsas de valores del mundo.
Entonces, todo volvió. Sí, quizás, JpMorgan podría tener algunas consecuencias, por ese millón de dólares que transitó de Estados Unidos a Europa, sin haber identificado al cliente, que luego resultó estar en la lista de los diez primeros buscados por el FBI.
Pero sea lo que sea, es “solo” un millón de dólares, que puede ocurrirle en un descuido a todos, incluso al más noble de los banqueros. Y al final, con las tasas de interés en cero, estos pobres bancos tienen que juntar unos pocos dólares o euros en ingresos por comisiones, o cómo se ganarían la vida. ¿Cierto?
El Swiss Stock Exchange Institute ha estimado la facturación de las actividades delictivas en Italia en unos 160 mil millones de dólares: no les aburro con el criterio de cálculo utilizado, que es absolutamente poco convencional. Supongamos que el cálculo supera el 30%, serían unos 110 mil millones de dólares.
Suponiendo que el PIB italiano de este año sea de $ 1970 mil millones, la incidencia de la facturación de actividades delictivas sería del 5,5%. Redondeemos al 5 por ciento. No nos importa, ahora, la precisión del cálculo. Es una estimación aproximada de un orden de magnitud.
Siempre procediendo por estimaciones, si este porcentaje se aplicara al PIB mundial, obtendríamos alrededor de 4 billones de dólares, como facturación mundial de actividades delictivas. Dejo en sus manos el calculo estimado aplicado a España.
Si solo el 25% de estas transacciones fueran detectadas por las actividades investigativas y cuestionadas a los bancos, serían alrededor de 1 billón de dólares de transacciones sospechosas, sobre las que, hipotéticamente, los principales bancos del mundo serían acusados de connivencia con el crimen organizado.
No sé si deberíamos esperar o no que el sistema bancario internacional impugne efectivamente estas transacciones algún día. Temo por la estabilidad misma de este último, mientras que, por supuesto, espero que el crimen mundial sea erradicado a través de una investigación seria que comience desde los movimientos de capital.
Me imagino que la Presidencia de los Estados Unidos tendrá que tomar una posición sobre tales actividades ilícitas tarde o temprano. Y calcule una especie de equilibrio, de cuánto pierde Estados Unidos en términos de impuestos y daños a su economía. Y si es más conveniente enfrentarse al toro por los cuernos o hacer algunas maniobras como torero habilidoso o fingir nada o casi nada, como se ha hecho en los últimos años.
El resultado de las elecciones presidenciales tiene un fuerte impacto en esa decisión.
Una hipótesis de un deseo de “limpieza” por parte de los demócratas, en caso de que Biden fuera el ganador, sería una excelente excusa para reemplazar todas las figuras insertadas por Trump en puestos clave del mundo financiero y devolver ese mundo al recinto democrático. Veo menos probable que esto suceda en el caso de la reelección de Trump.
Seguro que algún día estos nudos llegarán a un punto crítico. El flujo de dinero de las actividades ilegales ya no es insignificante desde el punto de vista del impacto general en el sistema financiero mundial. Y todos necesitamos menos que una crisis bancaria internacional: también porque, por otras razones, esto siempre es posible.
Tendremos un 2021 lleno de acontecimientos, al menos como 2020, y quizás también 2022: si sigues su ejemplo, ya lo habrás descubierto.
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Maurizio Monti
Editor
Revista Traders ‘Italia
Instituto Español de la Bolsa
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